La Unión Europea va a empezar a negociar un nuevo tratado con EEUU que está a punto de comprometer nuestra salud, debilitando la protección de las personas consumidoras.
Allí donde se ha implantado el cultivo de transgénicos, se ha comprobado un incremento exponencial en el uso de herbicidas, la expansión de monocultivos y un aumento en los costes a lo largo de la cadena alimentaria. Los impactos sociales, ambientales y económicos son graves. Contribuyen a que pequeños campesinos y campesinas pierdan sus tierras y su modo de vida, al tiempo que fracasan en aliviar la pobreza.
La Unión Europea va a empezar a negociar un nuevo tratado con EEUU que está a punto de comprometer nuestra salud, debilitando la protección de las personas consumidoras. Perderíamos el derecho a elegir nuestra alimentación con el exclusivo fin de satisfacer las demandas de las grandes empresas multinacionales.
Es urgente que actuemos. Exige a tus parlamentarios que defiendan una Europa libre de Transgénicos.