En los países mediterráneos hay 7 millones de ha y 180 mil fincas de producción ecológica, lo que representa el 189% del total mundial. España es la que tiene mayor superficie ecológica»
Valencia se convirtió en el foro de debate mundial de estrategias para desarrollar la agroecología en la cuenca mediterránea.
En los países mediterráneos hay 7 millones de ha y 180 mil fincas de producción ecológica, lo que representa el 18’9% del total mundial. España es la que tiene mayor superficie ecológica», destacó Lina Al-Bitar, coordinadora de MOAN (Red Mediterránea de Agricultura Ecológica, que aglutina a los ministerios y autoridades reguladoras de los 23 países mediterráneos).
La doctora Al-Bitar también señaló que “la agroecología es la solución para los problemas técnicos y socioeconómicos de la agricultura mediterránea”. Estas afirmaciones las hizo la coordinadora del MOAN en la ponencia inaugural de I Simposio Mediterráneo de Agroecología y Agricultura Ecológica que se llevó a cabo en Valencia. Por su parte, MD Raigón, presidenta de SEAE (Sociedad Española de Agricultura Ecológica) resaltó que «las plataformas tecnológicas son un excelente instrumento para impulsar la innovación en el sector agrario y enfocarlo hacia la sostenibilidad». Asimismo, Raigón destacaba que «reorientar la producción ecológica a los mercados locales, mejoraría la salud y los suelos agrícolas de nuestro entorno mediterráneo».
El Simposio, organizado por SEAE, en cooperación con MOAN, IVIA (Instituto Valenciano de Investigación Agraria), UPV (Universitat Politècnica de València) e IFOAM ABM (Fundación Internacional de Agricultura Ecológica del Mediterráneo) ha contado con la participación de 80 personas. Participaban expertos de 10 países mediterráneos y 2 latinoamericanos.
Los países de la cuenca mediterránea comparten condiciones climáticas y agroecológicas y tienen limitantes similares (escasez de agua, degradación del suelo) y una historia milenaria. Otra característica común en estos países, en particular los del sureste es su poca autosuficiencia alimentaria y la existencia de factores de producción poco adecuados.
En este sentido, transformar la agricultura en una actividad respetuosa con el medioambiente puede contrarrestar los efectos negativos que tiene la globalización.