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miércoles, junio 7, 2023

Vergüenza total: rebajar penas a maltratadores de animales

Hablamos de una red nacional que no sólo organizaba peleas de perros ilegales, sino que se dedicaba a criarlos con ese fin, dándoles a esos animales una existencia infernal. Y la Fiscalía les permitirá irse prácticamente ‘de rositas’.

Malnacidos muy bien organizados

Tras un arduo operativo policial se encontraron 22 perros en una finca de Madrid, propiedad del cabecilla de esta red, que se dedicaban a criar perros clasificados injustamente como PPP (presuntamente peligrosos) con el objetivo de organizar peleas de perros y que tenía alcance nacional.

Se comprobó que esta organización no solo actuaba en Madrid, sino que tenían divisiones territoriales y funcionales por el resto del país. De hecho, cada grupo cumplía con un cometido y funcionaban en todo el sur de la península, en Alicante, Murcia, Málaga y Almería y también en las Islas Canarias.

Fueron procesados 23 individuos a los que se les demostró pertenencia a una red nacional, que se dedicaba a organizar peleas de perros que son ilegales en España. Pero el maltrato no se circunscribía solo a enfrentarlos en luchas casi a muerte, para que unos subnormales apuesten por el resultado, sino que lo que hacían era aún mucho peor.

Los animales eran criados y mantenidos en condiciones lamentables, tanto que, de los 22 hallados durante la redada principal, la mitad falleció a consecuencia del terrible estado en el que se encontraban y algunos hubieron de ser eutanasiados, puesto que tenían heridas y afecciones irrecuperables y sufrían de manera atroz.

El Ministerio Público ha probado fehacientemente que estos individuos criaban a estos perros y los adiestraban con el fin de despertar en ellos su vena agresiva mediante vejaciones y golpes. Además, se les administraba ilegalmente sustancias como testosterona o energizantes para ‘mejorar su rendimiento’.

Las sesiones de entrenamiento eran extenuantes, tanto que se comprobó que llegaban a emplear cintas de correr para desarrollar la musculatura y que fueran mejores ejemplares de peleas. Y si bien no se habló de ello, este tipo de abyectos personajes suelen usar ejemplares caninos más pequeños (robados o especialmente criados para ello) para que los maten y así fomentar aún más su agresividad

Las lides se realizaban en locales discretos y se contrataban previamente; consistían en el enfrentamiento entre dos ejemplares hasta que uno de ellos se retire, muera o caiga mal herido, mientras los testigos jalean a los animales y se apuestan altísimas sumas de dinero. Tras las peleas, los canes quedan gravemente heridos y muchos de ellos fallecen.

Entre los acusados hay dos veterinarios, uno de los cuales era perfectamente consciente de lo que sucedía y se constató que había aconsejado que ciertos animales no fueran revisados por otros colegas, puesto que cualquiera sospecharía para qué se los empleaba, con solo ver su estado y el tipo de heridas que presentaban.

¿No van a la cárcel?

Desde el 1 de julio de 2015, cuando entró en vigor la última reforma que se realizó al Código Penal, el artículo 337 sanciona todo tipo de maltrato a perros y/o la intervención en su muerte con pena de prisión. Y si bien las peleas de perros están prohibidas, no hay protocolos de actuación específicos contra esta lacra.

En este caso la Fiscalía había pedido que fueran a la cárcel entre 3 y 7 años, pero luego pactó con 19 de los 23 detenidos, rebajándoles las penas y permitiéndoles eludir la prisión a cambio del reconocimiento de los hechos. Salvando Ángeles Sin Alas (SASA) y Podemos, que ejercían como acusación popular expresaron su desacuerdo con esta medida y pidieron endurecer las penas.

 

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