Una parte de España está hirviendo y ya vislumbra el verano (cuando oficialmente empieza el próximo 20 de junio). Los científicos ya se están quedando sin nombres para calificar lo que está sucediendo. El calentamiento global tiene a la tierra hirviendo en varias zonas que ya han visto su paisaje 100% modificado y su clima cambiar de manera radical (instancia en la que pasamos a hablar de cambio climático).
¿Cuál es la parte de España a la que nos referimos? En realidad, no se encuentra en la superficie terrestre del país, pero sí en lo que podríamos denominar como terrotorio marino exclusvo (no es esa la calificación oficial, pero sí una traducción de la que la NOAA estadounidense ha realizado).
Por otra parte, el calentamiento global es la consecuencia (o las consecuencias) que produce la liberación de gases de efecto invernadero. Este fenómeno está ocasionando graves cambios en los patrones meteorológicos en la Tierra a largo plazo según el lugar. Conforme la Tierra gira diariamente, este nuevo calor también lo hace, llevándose con él la humedad de los océanos, subiendo en algunas zonas y asentándose en otras. En definitiva, cambiando el ritmo del clima y obligando a los seres vivos a cambiar su ritmo de vida.
España está hirviendo: el verano ya está aquí y el pronóstico es terrible
En este contexto, se espera que haya una temperatura de huracanes tan activa que es probable que nos quedemos sin nombres para recordarlos como ha sucedido en otras situaciones puntuales. Conforme el Atlántico (océano que baña muchas de las costas de España) se interna en “terra ignota”, los sistemas que antes funcionaban se quedan obsoletos. Según el registro del servicio meteorológico de la NOAA estadounidense (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica), existe un 85% de probabilidades de que la actividad del Atlántico norte llegue a una cifra por encima de la media.
Si la agencia estadounidense está en lo cierto, esto quiere decir que llegarán entre cuatro y siete huracanes mayores de aquí al 30 de noviembre. Es más, la previsión es que aparezcan varias tormentas. Cuando no es algo muy recurrente, suele haber nombres variados para cada tormenta o huracán, como el caso del Huracán Katrina, pero puede que este escenario termine con esta práctica ante la habitualidad.
La NOAA informa de que, a principios de los años 50, salió a la luz que utilizar nombres cortos al nombrar una tormenta evitaba confusiones y hacia más rápidas las comunicaciones alrededor del fenómeno. Hasta ese momento, no era extraño encontrarse con el uso de nomenclaturas complejas que causaban confusión entre los usuarios.
¿Por qué estamos ante un problema de España? Una explicación de nuestras palabras
Cuando decimos que el océano Atlántico está hirviendo, también nos referimos a la zona que rodea el sur de la península Ibérica y las islas Canarias, principalmente. De hecho, expertos ya avisaron el año pasado de que la temperatura del océano podría soportar un huracán de categoría 3, lo que es aún más preocupante.
Todo esto lo hemos relacionado ya con el cambio climático, pero ¿y por qué con España? Recuerda que esta temporada de huracanes (que empezó ya en junio) se espera que sea especialmente activa, con lo que podrían formarse más depresiones tropicales, tormentas tropicales y huracanes (solo de los que tienen categoría superior a 3 se esperan 7, de acuerdo con la NOAA), que se desplazarían hasta América… o no.
Conforme el Atlántico norte se adentra en terrenos completamente desconocidos, esto sucederá de manera cada vez más frecuente. En definitiva, el Atlántico está hirviendo y trae un verano temprano y unas tormentas que traen a los científicos de cabeza.