“La acción contra el Cambio Climático es más fácil y factible cuando todos participan. Otorgar privilegios o exclusiones especiales, sólo es una carga adicional para los demás. Esto es lo que sucede con la aviación en la UE, aunque los eurodiputados tienen la oportunidad de dar un giro a esta situación.”
Emisiones sin control ni limites
La aviación siempre ha tenido un trato especial. A pesar de su creciente y considerable impacto climático, el sector sigue exento del IVA, del impuesto sobre el combustible y la mayoría de sus emisiones, están prácticamente libres de cualquier regulación climática.
Además, la Comisión Europea sigue promocionando y defendiendo su desenfrenada expansión, sin considerar el impacto climático que ello conlleva. De hecho, la UE ha liberalizado el sector, sin introducir medidas, que compensen su impacto climático. Las emisiones de la aviación se han duplicado desde 1990 y en la actualidad, éstas representan el 4,5% del total de las emisiones europeas.

En febrero, la Comisión Europea propuso continuar eximiendo a los vuelos desde y hacia Europa (que equivalen al 70% de las emisiones de la aviación europea) del esquema de comercio de emisiones (ETS), pero esta vez indefinidamente, como respuesta a los planes de compensación definidos por la ONU.
La Unión Europea está redactando una enmienda al sistema de comercio de emisiones de la aviación, después de que las naciones del mundo llegaron a un acuerdo en octubre, sobre un plan global, basado en la compensación. Pero una exención indefinida parece una reacción exagerada de la Comisión.

La medida de la ONU será voluntaria y no entrará en vigor hasta 2021. El problema es que no resulta muy creíble, que las compensaciones puedan generar reducciones de emisiones significativas. De hecho, la mayoría de los mercados, incluida la UE, han desechado la compensación, porque se ha demostrado que no funciona.
La Comisión propuso que disminuya, a partir de 2020, la cuantía de los derechos de emisión de la aviación, puesto que, como todos los demás sectores, la aviación se debe descarbonizar. Pero esta medida tendría un impacto mucho mayor, si se aplicara a todas las emisiones de Europa, no solamente al 30%.

La Comisión también dejó sin cambios, el 85% de derechos de emisión gratuitos que recibe el sector y aparentemente ignora que, el CO2 de la aviación que se emite a gran altitud, tiene un impacto climático mucho mayor.
Esto significa que, mientras que la aviación mundial es responsable del 2,2% de las emisiones, en realidad su parte en el Calentamiento Global es del 4,9% y si bien los efectos del CO2 son diferentes, no debe ser ignorados, como se ha propuesto.

Correcciones a votar
En julio a Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo adoptó su propuesta y corrigió algunos de los puntos más cuestionados. Acepta de seguir eximiendo a los vuelos hacia y desde Europa, pero fija al 2020 como fecha límite, para igualarlo al programa de compensación de la ONU.

Acepta la idea de un tope decreciente, pero baja el porcentaje de asignaciones gratuitas del 85% al 50%. También pide que se investigue más a fondo la cuantificación del problema del CO2 y que se busquen medidas de mitigación.
Muchos creen que ya es hora de que la aviación comience de una vez, a contribuir con los objetivos climáticos de Europa, puesto que. hasta ahora, el trato especial que se la ha concedido, solo ha sido una carga innecesaria, para el resto de la economía del continente.




















