Un objetivo de 2 grados se acordó en las negociaciones sobre el clima de Copenhague, en diciembre de 2009. El Acuerdo de Copenhague resultante supone la primera vez que se acuerda globalmente este objetivo.
Nuevos hallazgos, publicados el 11 de enero de 2010 en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, sugieren que las emisiones de gases de efecto invernadero se deben reducir radicalmente para alcanzar este objetivo global.
La investigación se basa en una simulación por ordenador que analiza las interacciones entre el sector de la energía y el sistema climático. La investigación incluye suposiciones sobre la producción de energía, como con qué rapidez el mundo podría pasar a unas fuentes de carbono cero o bajo para lograr los objetivos de emisión. Los hallazgos incluyen:
* Un escenario “en el que las cosas son como siempre” reveló que las emisiones globales tendrían que reducirse entorno a un 20% por debajo de los niveles del año 2000.
* Otro, que asumía un crecimiento más rápido de la demanda de energía y tierra, predijo que las emisiones tendrían que reducirse a la mitad en 2050.
El Dr. Keywan Riahi, del International Institute for Applied Systems Analysis (IIASA) en Austria, ha afirmado: ‘Nuestras simulaciones muestran que en algunos casos, incluso si hacemos todo lo posible por reducir las emisiones entre ahora y 2050, tan solo tendríamos probabilidades de alcanzar el objetivo de 2 grados, y esto sólo si también hiciéramos todo lo posible durante la segunda mitad del siglo.’
El científico estadounidense, Dr. Brian O’Neill, coautor del estudio del National Center for Atmospheric Research en Boulder, Colorado, ha afirmado: ‘Incluso si se acuerda un objetivo a largo plazo, si no se limitan las emisiones lo suficiente durante las próximas décadas, podemos encontrarnos con que no somos capaces de lograrlo. Existe el riesgo de que las opciones potencialmente deseables ya no sean viables tecnológicamente, o que lograrlas sea prohibitivamente caro.’
Se requerirá una reducción significativa de los gases de efecto invernadero para alcanzar el objetivo de 2 grados: esta investigación sugiere que los niveles se deben reducir a la mitad en los próximos 40 años. La imposibilidad de hacerlo podría resultar en puntos de inflexión donde el clima estaría fuera de control y se enfrentaría a un aumento de las sequías, lo incendios, la escasez de agua y otros impactos. Los efectos catastróficos de un mundo de 4 grados se han documentado muy bien.
El Acuerdo de Copenhague ha sido aclamado por su compromiso global, por primera vez, del objetivo de 2 grados. Sin embargo, también ha recibido críticas de muchos sectores que expresan su desacuerdo por la falta de objetivos a medio plazo.
En virtud del Acuerdo, los países tendrán hasta el 31 de enero de 2010 para enviar sus objetivos nacionales de reducción de emisiones.