A pesar de que el Acuerdo de Copenhague es un pacto voluntario, 55 países ya han presentado sus compromisos de reducción ante la Organización de las Naciones Unidas. El objetivo principal del acuerdo es limitar el aumento de la temperatura media mundial a 2ºC como máximo con respecto a los niveles de la era preindustrial, así como financiar a los países en desarrollo con 100.000 millones de dólares para que puedan afrontar los efectos del cambio climático.
El secretario de la UNFCCC, Ivo de Boer, ha afirmado que ve estas iniciativas como una señal clara de la voluntad de los países para dirigir las negociaciones hacia una conclusión de éxito de cara a la Cumbre de México.
Los países desarrollados que han presentado su apoyo al Acuerdo de Copenhague y sus cifras de reducción son: Estados Unidos (17% respecto a 2005), los 27 Estados miembros de la UE (entre un 20 y un 30% respecto a 1990), Japón (25% respecto a 1990), Australia (entre un 5 y un 25% respecto al año 2000), Canadá (17% respecto a 2005), Nueva Zelanda (entre un 10 y un 20% respecto a 1990), Rusia (entre un 15 y un 25% respecto a 1990), Noruega (entre un 30 y un 40% respecto a 1990), Croacia (5% respecto a 1990) y Kazajistán (15% respecto a 1992).
Países en desarrollo como Brasil, China, India o Sudáfrica también han presentado sus objetivos y las acciones que van a desarrollar para desviar el crecimiento de sus emisiones para el 2020. Además de ellos, también se encuentran en el mismo grupos países como Costa Rica, Etiopía, Georgia, Indonesia, Israel, Jordania, Macedonia, Madagascar, Maldivas, Islas Marshall, Moldavia, Marruecos, República del Congo, Republica de Corea, Singapur y Sierra Leona.
A pesar de que la fecha para la presentación de los compromisos era el 31 de enero, de Boer anunció que flexibilizaba la fecha y abrió la posibilidad de que los países pudieran seguir mandando sus objetivos a partir de la misma.