La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, aprovechó la presentación de este documento para insistir en la necesidad de que la silvicultura incorpore como un objetivo importante la evolución y el seguimiento de la fijación de CO2, ya que en la cubierta forestal española se acumulan más de 3.000 millones de toneladas de CO2, por lo que aseguró que la gestión forestal sostenible representa ya una opción irreversible y supone una exigencia de futuro para el diseño y la promoción de una nueva economía y un nuevo modelo productivo.
Espinosa recordó que los bosques, en su conjunto, son un activo importante del país y de la sociedad y una fuente importante de generación de recursos naturales, de empleo y de riqueza y subrayó su importancia no sólo en la conservación de la biodiversidad, sino en el control de la erosión o en la regulación del ciclo hídrico.
España, con más de 18 millones de hectáreas arboladas, es el tercer país con más bosques de la Unión Europea, por detrás de Suecia y Finlandia, y es el primero en incremento de superficie de bosque, a un ritmo de 296.000 hectáreas anuales, lo que aporta más del 40% del crecimiento europeo.
La inversión pública en el sector forestal alcanzó en 2008 un total de 1.556 millones de euros, de los que 381 correspondieron a la Administración general del Estado y 1.175 millones de euros a las comunidades autónomas, que se emplearon en una superficie que ocupa el 54,62% del territorio nacional. Además, el sector forestal generó 61.361 contratos en 2008, un 5% más que en 2005-2006. En la actualidad, la gestión forestal y los espacios protegidos emplean a 42.000 personas, lo que equivale a una media de 2,21 contratos por cada 1.000 hectáreas de terreno.
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