«Estoy convencido absolutamente de que igual que hemos conseguido disminuir otros contaminantes también conseguiremos esto, pero lo tendremos que hacer sin que suponga un empobrecimiento y sin perder trabajos, como hemos hecho hasta la fecha», matizó Gallardón.
Ecologistas en Acción ha recordado al alcalde que ha tenido «dos legislaturas completas» para garantizar esos niveles y se ha quejado de que quiera «seguir retrasando el derecho de los madrileños a respirar aire limpio».
La organización ‘verde’ ha indicado además que «lo más probable y deseable para los pulmones de los madrileños» es que la Comisión Europea no conceda dicha moratoria al Ayuntamiento puesto que «sólo las concede a aquellas regiones que han hecho todo lo posible por reducir la contaminación, algo que a todas luces no ha ocurrido en Madrid».
«La situación en 2010 era la crónica de una superación de los límites legales anunciada, puesto que todos los años anteriores se habían superado. En estas condiciones, pedir una prórroga o decir que en los próximos años se van a tomar medidas efectivas, no es sino una burla a la salud de los madrileños», ha agregado Ecologistas.
Por otro lado, ha señalado a Gallardón que cae en el error cuando intenta interponer «la economía mal entendida a la salud». Los ecologistas consideran que el coche favorece la actividad económica porque la mayor parte de los desplazamientos en la ciudad de Madrid se hacen en transporte público y andando.
«Sólo un tercio de los desplazamientos son en automóvil. Muchas ciudades funcionan, y mucho mejor que Madrid, con menos tráfico. Es más, resultan más atractivas para sus habitantes y para los visitantes», han agregado.
La ONG también ha interpretado que Gallardón suponga que luchar contra la contaminación es «caro». «Lo ruinoso es mantener esta situación, que tiene numerosas implicaciones económicas en cuanto a la mayor morbilidad y las bajas laborales de los madrileños. A esta conclusión llegó la Comisión Europea en un ‘análisis de impacto’ que realizó, con el que pretendía calcular el coste de la aplicación de políticas de mejora de la calidad del aire. Incluso en el peor de los escenarios posibles, los beneficios superaban entre 1,4 y 4,5 veces a los costes», ha destacado.
ECOticias.com – ep