El documento es una valiosa descripción del estado de la cuestión pero también de las opciones que se abren hacia el futuro. En este sentido se utiliza la prospectiva de manera científica estableciéndose diversos escenarios orientados al 2020 y al 2050 en función de distintas variables. Con ello se puede percibir de manera clara que la modificación de normas, hábitos y tendencias puede lograr unos resultados realmente óptimos de cara a una mayor sostenibilidad en los sistemas urbanos. Pero además el documento se abre a la dinámica del futuro en la apelación al pacto, al liderazgo y en definitiva a la adopción de decisiones y puesta sobre la mesa de ambiciones en el mejor sentido de la palabra: para transformar la sociedad.