El vicepresidente primero de Investigación y Desarrollo de Volvo Car, Peter Mertens, destacó que, en teoría, el cumplimiento de este objetivo es factible, si bien dependerá de aspectos relacionados con la legislación, los incentivos, la disponibilidad de la energía y la demanda de los clientes.
El pasado año, Volvo fue la marca que logró una mayor reducción de las emisiones de CO2 en el mercado europeo. Frente a una bajada media del 3,7%, la firma escandinava las redujo un 9%, y cuenta con modelos con emisiones de 99 gramos, como el V50 DRIVe o de 119 gramos, como el V70 DRIVe.
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