En rueda de prensa para valorar la cumbre, Llebot ha puesto el acento en que, por primera vez desde que se celebran estos encuentros, se ha puesto por escrito que «todos los países asumirán dentro de un tiempo un acuerdo vinculante».
A pesar de reconocer que se trata de una declaración poco concreta, ha señalado que la conclusión final da pie a que exista un acuerdo vinculante a partir de 2020, y ha aplaudido igualmente el hecho de que se establezca que el límite razonable de aumento de las temperaturas a nivel mundial podría estar en los 1,5 grados centígrados, frente a los dos grados defendidos hasta ahora.
Llebot ha ironizado sobre que, tras una semana de presiones y negociaciones intensas entre posturas muy diversas en Durban, el ‘síndrome de Estocolmo’ podía llevar a celebrar un acuerdo inconcreto, pero en todo caso ha insistido en que «la situación final no parece tan mala».
Asimismo, el secretario de la Generalitat ha dado por hecho la consolidación del reconocimiento a nivel mundial del papel de las regiones y gobiernos subestatales en la lucha contra el cambio climático, por lo que ha recordado que, en el caso de España, las comunidades autónomas deberían tener participación en el fondo del mercado del carbono que se constituya en Europa a partir de 2013.
El secretario técnico de la Oficina Catalana de Cambio Climático, Iñaki Gili, recién llegado de Durban tras asistir a las negociaciones durante los últimos diez días, ha señalado por su parte que el escenario hasta 2015 –cuando deben acordarse las cifras– será «muy complicado» y coexiste con un riesgo real de que algún país se desvincule.
No obstante, ha evidenciado que toda la comunidad internacional, incluidos los problemáticos EE.UU., China e India en esta materia, son conscientes de que se debe llegar a acuerdo, y ahora tendrán «más complicado» bajarse del carro al que han decidido subirse de forma unánime.
«Lo que salió de Copenhague era una declaración de intenciones y lo que sale de Durban es una decisión que tiene cierta validez», ha señalado Gili entre los pequeños avances, al tiempo que ha considerado que el margen que se abre hasta 2015 puede servir para afinar los mecanismos que se utilizarán para computar y compensar emisiones.
A pesar de reconocer un «desacoplamiento» entre lo que opinan los expertos científicos sobre el riesgo del cambio climático y el tiempo político, Gili ha subrayado la importancia de las cumbres internacionales para evidenciar la importancia de adoptar políticas de mitigación y adaptación.
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