Bodegas Gosálbez-Orti se ha convertido en la primera empresa vitivinícola de la Comunidad de Madrid en certificar con AENOR la Huella de Carbono de uno de sus productos, el tinto joven Qubél Revelación 2009, a través de una iniciativa del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Madrid, promovida por la Comunidad de Madrid, con el objetivo de impulsar la sostenibilidad del sector en el marco de su lucha contra el cambio climático.
El vicepresidente madrileño, Ignacio González, y la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Engracia Hidalgo, han visitado este viernes las bodegas, ubicadas en Pozuelo del Rey, donde han comprobado el laborioso proceso para elaborar los caldos madrileños en una bodega cuyos viñedos están situados en Campo Real y sacaron su primera cosecha en el año 2000.
Su propietaria, Estrella Orti, ha explicado que esta huella certificada por AENOR les viene muy bien a la hora de querer exportar, porque se les va a exigir. En concreto, el proyecto consistió en un estudio realizado por la consultora especializada en eficiencia energética y proyectos de emisiones de carbono CREARA, para determinar el impacto real que tiene la producción y distribución del vino Qubél Revelación 2009 sobre la atmósfera y el medio ambiente.
González ha apuntado que han querido visitar la bodega «con el objetivo de reforzar el apoyo que la Comunidad quiere darle al sector agropecuario» porque «la industria alimentaria de Madrid es fundamental».
«Estamos habituados a que Madrid sea un referente desde el punto de vista del sector servicios, incluso del sector industrial, pero hay una parte de actividad económica muy importante que tiene que ver con el campo, que en los últimos años se ha desarrollado de manera extraordinaria, y que no es tan conocida», ha señalado.
Según ha indicado, Madrid ha conseguido desarrollar «toda una industria del vino, una industria de vanguardia muy tecnológica e innovadora, que ha conseguido hacer productos de mucha calidad en muy poco tiempo apostando por la innovación y la ecología», algo que, ha dicho, se ha hecho gracias a los «grandes productores» que hay en la región desde el punto de vista de su calidad e innovación.
En este sentido, ha señalado que el Ejecutivo regional no solo respalda el sector vitivinícola madrileño en la promoción (participación en certámenes para reforzar la imagen de la marca, rutas ecológicas, colaboración con el sector de la restauración, etcétera) sino también en la investigación y desarrollo.
Así, la Comunidad ha realizado estudios de posicionamiento de los vinos de Madrid, cuyas conclusiones se trasladan al sector para orientarle hacia donde pueden abrir nuevos mercados, mejorar la imagen y la comunicación o conocer hacia dónde se mueve la demanda de consumo.
Por otro lado, a través del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), se hacen decenas de investigaciones para mejorar los cultivos y su rentabilidad, se estudian las variedades más apropiadas y se recuperan las variedades de vid autóctonas.
También se evalúa la resistencia a las enfermedades y el estado de las vides, además de asesorar en el control riguroso de toda la elaboración para mejorar la calidad final de producto. Desde Bodegas Gosálbez Orti han agradecido el labor de IMIDRA al que, han asegurado, le deben «muchísimo» por su apoyo «desde el primer día».
Gracias a su expansión en los últimos años y pese a que la bodega ahora está a la mitad de su capacidad en producción (tienen para 30.000 botellas al año y están en las 14.000), estas Bodegas, además de producir el caldo, también realiza visitas y catas los fines de semana y encuentros con centros escolares, todos ellos franceses.
En este punto, la consejera del ramo ha señalado que va a proponer a la Consejería de Educación y Empleo de la Comunidad un proyecto conjunto para impulsar la cultura del vino y organizar visitas a bodegas con los alumnos de Secundaria, como ya hacen otros países de nuestro entorno.
45 BODEGAS DE DENOMINACIÓN DE ORIGEN
Los vinos de Madrid ya se han situado en el octavo lugar por comercialización en el mercado madrileño, sobre todo entre los consumidores más jóvenes, y el 80 por ciento de los restaurantes de mayor prestigio ya cuentan en sus cartas con caldos madrileños, ha informado el Gobierno regional.
Además, cerca del 30 por ciento de las ventas ya se exportan al extranjero, un mercado en expansión, con un notable grado de penetración en los mercados europeos, especialmente en Alemania (el 25 por ciento del total exportado) y Bélgica (el 7 por ciento). También en Estados Unidos (24 por ciento) y cada vez entra con más fuerza en Japón y China.
En la Comunidad de Madrid hay 16.000 hectáreas de cultivo de vino que abarca 58 municipios del sur de la región agrupados en tres subzonas (Arganda, Navlacarnero y San Martín de Valdeiglesias), y algo más de la mitad se destinan a producir vino con Denominación de Origen, que ya agrupa a 2.500 viticultores y 45 bodegas.
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