Se ha descubierto un agujero infernal en el planeta 24.000 veces peor que el CO2 y los expertos están en vilo. La contaminación está causando verdaderos estragos, tanto que los árboles que ya han empezado a ‘responder’. Cabe recordar que la contaminación ambiental que padecemos en la actualidad es el resultado de la introducción de sustancias y elementos nocivos en un medio natural o ser vivo sensible.
Plantas, animales e incluso seres humanos hemos visto afectado nuestro bienestar, viendo desequilibrado el equilibrio natural de la vida. A veces se habla de contaminación en general para englobar la complicada tesitura en la que se encuentra el mundo, pero en realidad existen diferentes tipos de contaminación: del aire, del agua y del suelo.
Como mencionamos anteriormente, todo ser vivo que habita en el planeta Tierra está siendo perjudicado por la polución. Algunos de los ‘síntomas’ que ya estamos padeciendo son daños en el estado de salud del ser humano (bronquitis, asma, rinitis…), desaparición de la capa de ozono, daños en el ecosistema, lluvia ácida y derretimiento de los casquetes polares, entre otras.
Hay un agujero infernal 24.000 veces peor que el CO2
Ha salido a la luz que China dispara las emisiones de un gas invernadero 24.300 veces más fuerte que el CO2: el hexafluoruro de azufre (SF6). Su poder de calentamiento es muy superior al dióxido de carbono y su aplicación se lleva a cabo en instalaciones de alta tensión.
El Acuerdo de París fija un objetivo muy claro sobre el cambio climático: limitar el calentamiento añadido a 1,5 grados Celsius respecto a los niveles preindustriales. Para alcanzarlo, es menester que sus 196 países firmantes bajen drásticamente sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, cada uno de estos gases difiere mucho en cuanto a su potencial de calentamiento global, o capacidad para absorber energía radiactiva y de calentar la superficie terrestre.
Por ejemplo, según explica el Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el potencial del calentamiento global del metano supera 28 veces al dióxido de carbono. Un punto a tener en cuenta sobre el metano es que su duración se mide en décadas, a diferencia del CO2 medido en siglos.
El hexafluoruro de azufre (SF6) sube la temperatura mucho más, con un poder de calentamiento 24.300 veces superior al dióxido de carbono. Este gas suele destinarse para instalaciones eléctricas de alta tensión. En el siglo XXI, las concentraciones atmosféricas de este gas de efecto invernadero subió de manera considerable de la mano de la demanda mundial de energía eléctrica.
En este contexto, los esfuerzos globales para estabilizar el clima están en riesgo. China es el país que mayor demanda de energía eléctrica registra. Cuantificar las emisiones del gas SF6 de China y localizar sus fuentes de emisión sería crucial para que la nación pudiera tomar medidas de prevención para disminuirlas y contribuir al cumplimiento del objetivo del Acuerdo de París.
El CO2 no es nada al lado de este agujero infernal
Con este propósito, un estudio realizado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), de Estados Unidos, la Universidad de Fudan, la Universidad de Pekín, la Universidad de Bristol y el Centro de Observación Meteorológica de la Administración Meteorológica de China llevaron un registro de las emisiones totales de SF6 en China entre 2011 y 2021. Se basaron en las observaciones atmosféricas recogidas en nueve estaciones del territorio.
También se cuantificaron las emisiones globales totales a partir de cinco estaciones repartidas por el mundo y relativamente no contaminadas, un trabajo que contó con el apoyo de investigadores del Instituto Scripps de Oceanografía y CSIRO, la Agencia Nacional de Ciencia de Australia.
China aumenta las emisiones de un agujero infernal
Los científicos descubrieron que las emisiones de este gas se dispararon. El estudio fue publicado en la revista Nature Communications.
“Cualquier aumento de las emisiones de SF6 en este siglo alterará el balance radiactivo de nuestro planeta -el equilibrio entre la energía que entra del Sol y la que sale de la Tierra- mucho más allá del marco temporal multidecenal de las políticas climáticas actuales”, declara Ronald Prinn, coautor del estudio y director del Programa Conjunto del MIT y el CGCS.
“Así que es imperativo que China y todas las demás naciones tomen medidas inmediatas para reducir, y en última instancia eliminar, sus emisiones de SF6”. El hexafluoruro es el agujero infernal más temido, incluso más que el CO2, al que ya se temía.
