Cada año, una buena cantidad de turistas viaja miles de kilómetros sólo para ver un quetzal. Llegan hasta las riberas del río Savegre, a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar, en Copey de Dota, y a tan solo 76 kilómetros de San José. Allí está su casa: el Parque Nacional Los Quetzales.
Quitan el aliento. Son tan hermosos que nuestros antepasados los veneraban. Eran casi sagrados. Su canto pone a soñar de paraísos perdidos. Son fieles…hasta la muerte. Definitivamente, hay que ver un quetzal antes de morirse y aquí, los costarricenses tenemos la dicha de compartir nuestra tierra con el ave más hermosa del mundo.
Cada año, una buena cantidad de turistas viaja miles de kilómetros sólo para ver un quetzal. Llegan hasta las riberas del río Savegre, a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar, en Copey de Dota, y a tan solo 76 kilómetros de San José. Allí está su casa: elParque Nacional Los Quetzales.
Los quetzales son tan hermosos que cuesta creerlo, aunque marcho y hembra tienen características muy diferentes.El macho tiene el pecho rojo como la sangre; alas y espalda de color verde intenso; y una cresta de plumas finas que podrían confundirse con cabello adornan su cabeza junto con un pico de imponente color rojo. Toda esa belleza se adorna con una espectacular cola blanca con dos plumas largas con tonos que varìan de azul a verde, dependiendo de los rayos del sol.
Pro la cola no es un simple adorno: son vitales para el cortejo de estas aves. Sirven para atraer la atención de la hembra cuando el macho se eleva en el aire y canta una tonada exclusiva para la ocasión. Si logra atraer a su pareja, el macho buscará la manera de arrancar sus largas plumas, para dar espacio a unas nuevas el año siguiente.
La hembra en cambiotiene el pecho gris, no cuenta con el plumaje tornasol y su corta cola posee franjas color negro, todo esto sin restarle belleza ni atractivo ante su pareja.
¡Tiene que verlos!
Aunque el quetzal es el ave nacional de Guatemala, nuestro país se ha convertido en uno de los mejores sitios del mundo para observar quetzales.
Esto es porque Costa Rica tiene condiciones climáticas y de suelo perfectas para el desarrollo del “aguacatillo”, un fruto silvestre que es el alimento favorito del quetzal.
Para tener éxito es mejor un guía que conozca la zona, porque conocen las mejores locaciones.
“La facilidad con la que se encuentre varía según la estación, ya que su comportamiento es diferente en temporada de anidación o de cortejo. No es un ave tímida, lo que permite una mejor observación y fotografía. Eso sí, siempre y cuando se le respete”, explicó Raúl Fernández, guía de turismo del Hotel de Montaña Savegre.
De acuerdo con Melvin Fernández, guía con más de 20 años de experiencia en la observación de esta ave, las horas más recomendadas para ver el quetzal son a partir de las 5 a.m. y hasta las 8 a.m.,ya que se alimenta a primera hora de la mañana y luego se oculta de la luz directa del sol.
La fruta de la que se alimentan tiene una gran semilla, y esto les dificulta volar. Por eso se quedan un rato en el árbol mientras realizan la digestión. Luego desechan la semilla y pueden volar con mayor facilidad. Esos momentos en los que el ave está quieta en el árbol son perfectos para su observación y fotografía.
Las plumas del majestuoso quetzal tiene un pigmento iridiscente que causa un efecto “espejo” de la luz solar, lo que dificulta su camuflaje y le obliga a ocultarse de sus depredadores en la densidad del bosque.
Lindos y ¡fieles!
Otro de los elementos característicos es que es una especie monógama, es decir, que a diferencia de otros animales mantiene una pareja de por vida.
Esto hace que año tras año vuelvan al mismo nido, lo que permite mantener cierto control sobre el crecimiento delos quetzales.
Los pobladores de la comunidad de Dota comprenden el respeto que se debe de tener por esta y todas las especies que habitan en sus bosques. Por eso, han desarrollado proyectos turísticos que rinden homenaje a la riqueza natural que les rodea, protegiéndola y compartiéndola con los miles de turistas que la visitan.