«Los países están lejos de conseguir las metas de Aichi», dijo Deon Nel, director global de conservación de WWF Internacional, «El mundo tiene un acuerdo y un plan colectivo para revertir la pérdida de biodiversidad, pero esto aún no se ha traducido en un nivel adecuado de ambición y compromiso de cada país».
Ante la próxima reunión del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD)
Ante la continua degradación de la naturaleza y sus recursos naturales, los gobiernos deben aplicar urgentemente sus compromisos colectivos con la conservación de la biodiversidad mundial y aumentar notablemente su ambición en la próxima reunión del Convenio sobre Diversidad Biológica, que empieza el día 4 de diciembre en México. Esta reunión tiene lugar en un momento en el que las naciones están a punto de incumplir las metas de biodiversidad acordadas internacionalmente, cuya fecha límite se cumple a finales de esta década.
En 2010, 196 países acordaron una serie de esfuerzos para mejorar el estado de los principales sistemas naturales, incluyendo el agua dulce, los bosques y los océanos, así como el apoyo a la vida silvestre en todo el mundo. Cuando los países se reúnan del 4 al 17 de diciembre en Cancún (México), sólo el 5% de los países estarán en camino de cumplir con los objetivos del Convenio, conocidas como metas de Aichi.
«Los países están lejos de conseguir las metas de Aichi», dijo Deon Nel, director global de conservación de WWF Internacional, «El mundo tiene un acuerdo y un plan colectivo para revertir la pérdida de biodiversidad, pero esto aún no se ha traducido en un nivel adecuado de ambición y compromiso de cada país».
El nivel de ambición para apoyar la naturaleza sigue siendo terriblemente bajo y la conservación de la biodiversidad sigue siendo un problema marginal en la planificación económica nacional. Los países, en su mayor parte, están satisfechos con explotar el medio ambiente para conseguir rendimientos económicos a corto plazo, disminuyendo su potencial a más largo plazo para proporcionar alimentos, empleo y apoyo de manera sostenible al desarrollo económico y humano.
Un informe reciente de WWF proyecta que para el año 2020, el mismo año en que se cumple la fecha límite para las metas de Aichi, la abundancia de poblaciones de la fauna mundial podría disminuir en dos tercios con respecto a los niveles de 1970. El Informe Planeta Vivo 2016 también señala la promesa de acuerdos internacionales como el CDB para apoyar la biodiversidad y la población humana que depende de la naturaleza para su bienestar.
«En menos de una generación, habremos reducido las poblaciones de fauna a niveles inimaginables, por no mencionar los daños causados a los bosques, los océanos y las aguas dulces. No podemos revertir estas tendencias en cuatro años, pero tenemos que ir a Cancún con el objetivo de mover la balanza en una dirección diferente «, subrayó Nel.
Los gobiernos en la reunión de Cancún necesitan encontrar maneras de implementar más eficazmente el acuerdo global. Para ello, se requieren grandes esfuerzos para incluir la diversidad biológica en decisiones estratégicas sobre agricultura, pesca, silvicultura y turismo. La importancia de la naturaleza también debería integrarse más en los planes nacionales de desarrollo sostenible, en la política económica y en los presupuestos nacionales, para que el valor real de la diversidad biológica pueda ser comprendido adecuadamente.
El año pasado, el mundo se unió para establecer planes mundiales sobre cambio climático y el desarrollo sostenible. Estos acuerdos no se cumplirán si no tomamos en serio la conservación de la biodiversidad «, dijo Nel. «La biodiversidad es el tercer pilar para construir un planeta sostenible y resiliente al clima. Es hora de que los gobiernos se lo tomen en serio y muestren un nivel similar de compromiso con la conservación de la biodiversidad».
Los países reunidos en Cancún también deben demostrar que están preparados para cumplir con su promesa de redirigir las subvenciones que son perjudiciales para la biodiversidad, así como para cumplir con las promesas de duplicar la financiación internacional a la conservación de la biodiversidad que se pretendía lograr el año pasado.