“Los Grupos Ambientales de todo el mundo están indignados desde hace ya mucho tiempo, porque el muro fronterizo que el presidente Trump pretende construir entre su país y los EEUU, tendría enormes consecuencias negativas, en la biodiversidad y en el Medio Ambiente de ambos lados. Esta nueva propuesta parece un guiño sarcástico a sus propias intenciones.”
Una ironía tan grande como el muro
El presidente Donald Trump ha promocionado que el mejor complemento de la instalación del muro entre EEUU y México es que, se forre dicha pared con paneles solares del lado mexicano, como una forma de mitigar sus costos a lo largo de toda la frontera.
La idea del presidente Donald Trump de poner paneles solares en la muralla fronteriza que ha prometido levantar desde su campaña electoral, no ha tenido mucho apoyo entre los principales grupos de presión ambiental, a pesar de que él mismo ha recordado, que dichas organizaciones respaldan y fomentan el empleo de la energía solar.
“Estamos pensando en algo único: puesto que estamos hablando de la frontera sur, donde hay mucho sol y mucho calor. Nuestra idea es construir una pared solar, que creará energía y se pagará por sí misma. Y de esta manera, México tendrá que abonar mucho menos dinero”, dijo Trump la semana pasada en Iowa.
Con la “humildad” que lo caracteriza y haciendo uso de sus famosas preguntas retóricas, se dirigió a la multitud en estos términos: “Y eso es bueno, ¿verdad? Sois el primer grupo al que le presento esta idea: una pared solar”. Para luego añadir: “¿a que es una idea imaginativa? Claro, lo es porque es mía”.
Respuestas de lo mas variadas
Homero Aridjis, un poeta y novelista y James Ramey, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana y miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México, dijeron que ellos ya habían propuesto lo mismo, como consta en un artículo del 16 de diciembre de 2016 publicado en el Huffington Post, en el que solicitaban que: “En lugar del muro de Trump, deberíamos construir una frontera de paneles solares”.
Vasilis Fthenakis, profesor de tierra y de ingeniería de la Universidad de Columbia y Ken Zweibel, director del Instituto Solar de la Universidad George Washington, ven la propuesta de Trump con buenos ojos y dijeron que: «Una pared solar en la frontera sería una genialidad, que se pagaría por sí misma».
“El solo hecho de hablar de paneles solares en la pared de la frontera de Trump es de pura ciencia ficción», dijo a la prensa Travis Nichols, un portavoz del grupo ambientalista mundialmente conocido, Greenpeace.
Y agregó que: “Al igual que el carbón limpio no existe y nunca existirá una pared que divida dos países, su Medio ambiente y su biodiversidad con paneles solares, por lo que es irrelevante discutir el tema desde el punto de vista climático «.
El director ejecutivo del Sierra Club, Michael Brune, reaccionó a la propuesta de Trump de esta manera y por medio de un tweet: “@realDonaldTrump Unos brillantes paneles solares no distraerán a los contribuyentes estadounidenses, que serán los que paguen por esta monstruosidad y por el daño que causará”.
