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viernes, marzo 31, 2023

Preguntas clave para tomar posición respecto a Río+20

Además del fortalecimiento de los compromisos políticos en favor del desarrollo sustentable, el balance de los avances y las dificultades vinculados a su implementación

Como es de público conocimiento del 20 al 22 de junio se realizará la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable Río+20. Además de la reunión oficial entre estados existen espacios paralelos de análisis, reflexión y propuesta para los pueblos indígenas y la sociedad civil.

Además del fortalecimiento de los compromisos políticos en favor del desarrollo sustentable, el balance de los avances y las dificultades vinculados a su implementación,  así como las respuestas a los nuevos desafíos emergentes de la sociedad, dos temas estrechamente relacionados constituyen el corazón de las discusiones de la cumbre: i) Una economía ecológica con vistas a la sustentabilidad y la erradicación de la pobreza, y ii) La creación de un marco institucional para el desarrollo sustentable.

Entramos en la recta final de las discusiones sobre el documento cero (“El futuro que queremos”) que demostrará cuánta madurez hemos alcanzado como sociedad para avanzar camino a la sustentabilidad. En estos momentos, tanto Estados, como instituciones y organizaciones afinan sus propuestas en  diálogos y debates no exentos de tensiones y contradicciones. En estos espacios de encuentro aparecen elementos de optimismo, pesimismo y realismo, cuando no de frustración, impotencia o esperanza en la convicción que “otro mundo es posible”. En tanto aún el documento cero tiene muchos corchetes (temas no consensuados aún) todavía hay posibilidades de influir sobre estos temas.

Para afinar las propuestas es importante revisar lo que se ha hecho, lo que se ha hecho a medias y lo que queda por hacer; lo que se ha dicho, lo que se ha dicho a medias y lo que queda por decir; lo que está escrito en el documento cero, lo que está escrito a medias o en generalizaciones y lo que queda por escribir. Otros grupos han optado por plantear un documento alternativo. Es importante hacer un balance equilibrado para ser justos con los avances pero también para identificar objetivamente los grandes retos pendientes.

Mucho se ha dicho y escrito, y continuará después de Río+20, sobre la pertinencia o no del modelo civilizatorio predominante que nos hemos construido como sociedad. Podríamos hacer muchas aseveraciones al respecto. Con la finalidad de colaborar con los grupos que se encuentran actualmente revisando sus posiciones queremos contribuir, no con afirmaciones, sino más bien con preguntas. Las preguntas tienen el efecto mágico de abrir nuevas perspectivas, explorar otras dimensiones lo que nos ayuda a tomar decisiones más equilibradas y ponderadas. Estas preguntas a la vez nos servirán de marco guía para chequear si estamos abordando los temas críticos de estos diálogos o debates.

Para organizar las preguntas las clasificaremos en 3 secciones i) Aspectos generales y balance después de Río 92, ii) La economía verde y iii) la institucionalidad para el desarrollo sustentable.

Aspectos generales y balance después de Río 92

  • ¿En qué medida el modelo civilizatorio predominante que nos hemos creado como sociedad es efectiva para la sustentabilidad?
  • ¿Las dimensiones convencionales del desarrollo sostenible (social, ambiental, económico) son suficientes para avanzar efectivamente a la sustentabilidad?
  • ¿En qué medida el sistema actual ha servido para reducir los efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la desertificación?
  • ¿En qué medida el sistema ha sido capaz de mantener la biocapacidad y la resiliencia ambiental y social?
  • ¿En qué medida ha disminuido la deforestación y la extinción de especies en bosques, lagos, ríos y mares?
  • ¿En qué medida el sistema actual ha servido para alcanzar una relación más respetuosa con los pueblos indígenas del mundo?
  • ¿En qué medida el sistema ha contribuido para entender y atender las particulares necesidades y perspectivas de mujeres, niños, niñas y personas con discapacidad?
  • ¿En qué medida se implementa un enfoque de derechos humanos?
  • ¿Son nuestras ciudades más sustentables?
  • ¿En qué medida hay voluntad política para identificar y adoptar nuevos paradigmas para la sustentabilidad?

La economía verde

  • ¿Cuáles son los impactos del modelo económico predominante en la actualidad sobre la sustentabilidad?
  • ¿En qué medida la propuesta de explicar todo mediante el mercado ha repercutido para la conservación de los ecosistemas y los valores culturales?
  • ¿En qué medida el sistema actual ha sido capaz de eliminar las desigualdades y ha contribuido a la erradicación de la pobreza?
  • ¿Qué papel desempeñan los patrones económicos predominantes en la reducción de los conflictos socioambientales y en la construcción de una cultura de paz?
  • ¿Qué se está proponiendo para superar el consumismo y el derroche?
  • ¿En qué medida existe voluntad política para cambiar hacia una matriz energética más sustentable?

La institucionalidad para el desarrollo sustentable.

  • ¿Es (o ha sido) la actual estructura de la institucionalidad para el desarrollo sustentable efectiva para la sustentabilidad?
  • ¿Se ha logrado una gobernanza ambiental global efectiva?
  • ¿Son las instituciones de desarrollo sustentable suficientemente democráticas, participativas y transparentes?
  • ¿Son las leyes suficientemente coherentes y se implementan apropiadamente?
  • ¿Se respetan los acuerdos sociales en torno a la sustentabilidad?
  • ¿En qué medida hemos mejorado en nuestras capacidades para establecer diálogos interculturales?

Es obvio que podrían ser muchas preguntas más, pero la idea es identificar las preguntas clave que nos lleven hacia un análisis objetivo. Reconocer los avances es parte de la honestidad, el tema está en qué sentido se quiere identificar los grandes retos. Los análisis que se ubican en los extremos pueden exacerbar los fundamentalismos de todo tipo. Se requiere una gran dosis de realismo y a la vez desplegar las potencialidades profundas de los seres humanos de apertura al diálogo universal. Reconocernos que todos somos parte de una gran familia habitando en una misma aldea o viajando en una misma nave como se ha dicho antes.

Aunque para algunos o muchos, la esperanza ya está perdida (“más de lo mismo con nuevas palabras”) siempre hay posibilidades para seguir construyendo las utopías que nos sirvan para caminar más allá de Río+20, que finalmente es solo un momento en la historia, y que depende  de todos nosotros para que en verdad tenga transcendencia.  Tenemos un solo planeta y hay gran responsabilidad en las decisiones que se tomen. Veremos en qué medida hemos sido efectivos en construir los nuevos paradigmas que nos orienten hacia la sustentabilidad.

ECOticias.com

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