«Hay un clima de apoyo a Brasil, clima de reconocimiento de los esfuerzos brasileños y un clima de genuina voluntad de llegar a un consenso»
El secretario ejecutivo de la delegación brasileña a la Río+20, Luiz Figueiredo, aseguró que las conversaciones avanzaron mucho el domingo y se desarrollaron en un clima muy positivo, porque
-agregó- todos estamos aquí para llegar a un resultado.
«Hay un clima de apoyo a Brasil, clima de reconocimiento de los esfuerzos brasileños y un clima de genuina voluntad de llegar a un consenso», señaló y añadió que esa es una de las causas que lo hacen estar muy optimista en cuanto a que concluiremos esta negociación lo más rápidamente posible.
Sin embargo, el alto funcionario brasileño admitió que aún persisten dificultades en el complicado tema de los medios de implementación, pues los países ricos no quieren comprometerse de forma concreta con el financiamiento de acciones para promover el desarrollo sostenible. «Sabemos que los países donantes tienen gran dificultad de comprometerse con cifras concretas y hasta de reafirmar los compromisos asumidos», precisó Figueiredo sobre las negociaciones de la propuesta de documento final presentada por Brasil el sábado, tras el fracaso del Comité Preparatorio en lograr consenso sobre el texto.
Tenemos varias áreas del texto que marcan avances, no solo conceptuales, afirmó y añadió que se reunieron en grupos de trabajo específico, coordinados por representantes de la delegación brasileña, y fue posible en la gran mayoría de ellos tener la anuencia en relación con la propuesta brasileña.
Si bien se puede concluir hoy el documento final y librar a los jefes de Estado y/o Gobierno
-participarán en la sesión de alto nivel entre los días 20 y 22- de cualquier debate de ese texto, algunos de los negociadores lo calificaron de poco
ambicioso y carente del deseo de provocar cambios radicales.
El más elocuente en ese sentido fue el teólogo brasileño Leonardo Boff, quien afirmó que la propuesta de documento final no garantiza un desarrollo más sostenible y puede llevar a un cataclismo social y ambiental.
Poco puede esperarse del texto final de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, Río+20, sin un cambio profundo del modelo económico establecido por los países ricos, que Boff denominó «pacto de suicidio global», al intervenir en el Foro de Sostenibilidad Empresarial, en un hotel de esta ciudad.
Por su parte, el exsecretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, el holandés Yvo de Boer, aseveró que al proyecto de documento final de la Río+20 le falta el deseo real de provocar cambios radicales.
«Cuando leí el texto esta mañana vi que infelizmente aún le falta el deseo real de provocar un cambio fundamental y radical que necesitamos ver. Si queremos lidiar con estos asuntos de la sostenibilidad no resueltos tenemos que ir más allá de las afirmaciones», indicó De Boer en el evento paralelo a la Río+20.
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