Lo que ha pasado con los Yanomamis, está ocurriendo en muchos lugares del planeta donde aún persisten los escasos bosques primarios y donde sin escrúpulos, están arrasando los bosques, destruyendo y contaminando los ríos
Nada hemos adelantado desde que hace más de 500 años, el “civilizado” europeo dijo descubrir un nuevo mundo, dominándolo por la fuerza, a golpe de espada y muerte. No parece que el hombre haya evolucionado hacia un respeto a la vida y la dignidad. La matanza de 80 yanomamis de un poblado en la selva amazónica de Venezuela el pasado mes de agosto de 2012 y los cientos de asesinatos que están ocurriendo a día de hoy, contra líderes indígenas y campesinos que defienden la tierra para un uso racional; nos demuestra que nada ha cambiado desde entonces y que el poder de las armas y los políticos ciegos, siguen en el feudalismo, sin tener respeto a la vida, al pueblo y a la propia Tierra que es usada bajo sus intereses partidistas y de negocio.
Lo que ha pasado con los Yanomamis, está ocurriendo en muchos lugares del planeta donde aún persisten los escasos bosques primarios y donde sin escrúpulos, están arrasando los bosques, destruyendo y contaminando los ríos, en un uso irracional por parte de multinacionales o empresas nacionales, tras una corrupción generalizada de los propios gobiernos que permiten estas masacres.
Por todo ello, Proyecto Gran Simio se une a las Asociaciones Indígenas en el presente comunicado, solicitando el cese inmediato de estas violaciones y asesinatos y que la Comunidad Internacional intervenga ante la agresión de multinacionales contra los campesinos, pueblos indígenas, la selva y la vida en general, que operan de forma ilegal y ante unos países que no tienen estrictas leyes de protección medioambiental.
Los pueblos indígenas y las poblaciones nativas que están asentadas en los bosques primarios, pulmones de la Tierra, son los guardianes permanentes de la biodiversidad de nuestro planeta, incluyendo no sólo a los humanos, sino a todos los seres vivos que han compartido y convivido durante miles de años su evolución.
La conservación de los bosques primarios, son una pieza fundamental para salvaguardar el clima mundial. Su destrucción y el asesinato de los guardianes de este tesoro que nos da vida, pone en peligro la inestabilidad del planeta y el sistema de vientos planetario que parte precisamente del ecuador (donde se encuentran las selvas) a los hemisferios norte y sur respectivamente. Su alteración, produce la inestabilidad de los mismos, creando cambios de clima adversos, aumento de terremotos, tifones, calentamiento del mar y variación de sus corrientes entre otros procesos climáticos graves.
“Los pueblos indígenas y campesinos nativos, que ven en los bosques la fuente de vida y sustento, saben perfectamente como cuidar la Tierra, sus bosques, porque de ello depende su vida, su pueblo. Nos dan lecciones de conservación. Por todo ello, es responsabilidad de los gobiernos, proteger y garantizar su seguridad y sus tierras en aras al bien de la humanidad”, ha declarado Pedro Pozas Terrados, Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio (GAP/PGS-España).
Pozas mantiene, que se deben de respetar al máximo a los guardianes de nuestros bosques y evitar asesinatos y matanzas como la ocurrida en Venezuela. Advierte que estas violaciones de los derechos humanos se están produciendo también en África y Asia, sin que los gobiernos pongan medidas efectivas para que las multinacionales respeten la biodiversidad y la vida.
Los monocultivos de Palma de Aceite con destino principalmente para biocombustibles, es otro grave problema que viola la vida y pone en peligro no sólo los bosques primarios, sino la alimentación básica mundial. Para Proyecto Gran Simio, es un atentado a la dignidad humana y un crimen de lesa humanidad, el permitir que millones de hectáreas sean empleadas para la fabricación de un combustible procedente de la palma de aceite, caña de azúcar, maíz, soja, mientras que millones de personas mueren de hambre, desnutridas y por enfermedades graves evitables.
En Honduras, según informa seis cooperativas del pueblo Garífuna que han recuperado sus tierras, viven en este momento el asedio de paramilitares que se movilizan en motocicletas y vehículos 4×4 con armamento de guerra y que podrían masacrar a esta comunidad local que resiste al despojo de sus territorios ancestrales titulados a su favor. A pesar de que las cooperativas poseen títulos en dominio pleno a su favor en la comunidad de ICOTEA, Vallecito, Colón, han sido invadidas por terratenientes asesorados por Miguel Facusse, con la complicidad de Cesar Ham, ministro del Instituto Nacional Agrario (INA). Miguel Facusse es llamado “el palmero de la muerte” por los campesinos del Bajo Aguán, quienes lo responsabilizan por usurpar sus tierras para el monocultivo de la Palma de Aceite y por un sin número de violaciones a los Derechos Humanos.
Lamentablemente, situaciones de este tipo, se están repitiendo en muchos lugares de nuestro planeta en pleno siglo XXI.
“No podemos vanagloriarnos de estar luchando contra el cambio climático, hacer cumbres de la Tierra, organizar jornadas verdes, convenios….y permitir sin embargo los crímenes de lesa humanidad y la biodiversidad, sin que se ponga limites a las multinacionales en su extracción de los recursos naturales y en el respeto de los derechos de los pueblos”, exclama Pedro Pozas de Proyecto Gran Simio.
PRONUNCIAMIENTO DE LAS ORGANIZACIONES INDÍGENAS DEL ESTADO AMAZONAS (COIAM) sobre la nueva MASACRE DE INDÍGENAS YANOMAMI en la Comunidad IROTATHERI cometida por mineros ilegales brasileños.
En el día de 27 de Agosto de 2012, nosotros, pueblos y comunidades indígenas de la Amazonía venezolana, agrupados en la Coordinación de Organizaciones Indígenas de Amazonas (COIAM), representados por la Organización Regional de Pueblos Indígenas de Amazonas (ORPIA), la Organización Indígena Piaroa Unidos del Sipapo (OIPUS), la Organización Ye´kuana del Alto Ventuari (KUYUNU), la Organización Indígena Jivi Kalievirrinae (OPIJKA), la Organización Yanomami (HORONAMI), la Organización Mujeres Indígenas de Amazonas (OMIDA), la Organización de Comunidades indígenas Huôttuja del Sector Parhuaza (OCIUSPA), la Asociación de Maestros Piaroa (Madoya Huarijja), La Organización Piaroa del Cataniapo “Reyö Aje”, la Organización Indígena de Río Negro (UCIABYRN), la Organización Piaroa de Manapiare, la Organización Ye´kuana del Alto Orinoco (KUYUJANI Originario), el Movimiento Político Pueblo Unido Multiétnico de Amazonas (PUAMA), reunidos en Puerto Ayacucho, queremos realizar el siguiente pronunciamiento sobre la NUEVA MASACRE DE INDÍGENAS YANOMAMI ocurrida en la comunidad IROTATHERI, Municipio Alto Orinoco, cometida por mineros ilegales provenientes de Brasil y cuya información fue suministrada por sobrevivientes y testigos durante el mes de agosto de 2012:
1.- Nos solidarizamos con el pueblo Yanomami en Venezuela y su organización HORONAMI, quien ha sido víctima en el mes de julio 2012, de una NUEVA MASACRE OCURRIDA EN LA COMUNIDAD IROTATHERI, ubicada en las cabeceras del río Ocamo, Municipio Alto Orinoco y área de influencia de varias comunidades Yanomami como son MOMOI, HOKOMAWE, USHISHIWE y TORAPIWEI, las cuales vienen siendo agredidas e invadidas por mineros ilegales provenientes de Brasil (GARIMPEIROS) desde hace más de 04 años.
2.- Lamentamos profundamente este nuevo ataque violento contra el pueblo Yanomami, en el cual habría muerto un número indeterminado de personas, con 03 sobrevivientes en una comunidad (shapono) de aproximadamente 80 indígenas Yanomami en el Alto Ocamo, la cual fue quemada y agredida con armas de fuego y explosivos según testimonios de los sobrevivientes y testigos que se trasladaron a la comunidad de Parima “B” entre el 15 y el 20 de agosto de 2012, donde trasmitieron el trágico testimonio a miembros de la organización HORONAMI y autoridades venezolanas de la 52 Brigada del Ejército y el Centro Amazónico de Investigación y Control de Enfermedades Tropicales (CAICET).
3.- Expresamos nuestra preocupación debido a que desde el año 2009, se viene informado a varios órganos del Estado venezolano sobre la presencia de GARIMPEIROS en el Alto Ocamo y sobre diversas agresiones contra las comunidades de MOMOI y HOKOMAWE quienes fueron víctimas de violencia física, amenazas, uso de mujeres y contaminación del agua por mercurio con saldo de varios Yanomami muertos y sin haber TOMADO MEDIDAS EFECTIVAS PARA DESALOJAR A LOS GARIMPEIROS DE LA ZONA y diseñar un plan de control y vigilancia sobre su entrada cíclica en la zona, en momentos en que hay reportes del aumento de la actividad minera ilegal en toda la Amazonía brasileña.
4.- Esta situación no sólo afecta los derechos a la VIDA, LA INTEGRIDAD FÍSICA y LA SALUD DEL PUEBLO YANOMAMI, sino que constituye un nuevo genocidio y una nueva amenaza a la sobrevivencia física y cultural de los Yanomami, en un momento en que se cumplen en el año 2013, veinte (20) años de la Masacre de HAXIMÚ en la que fueron asesinados 16 mujeres, niños y ancianos.
5.- Solicitamos al Gobierno Nacional y a los demás órganos del Estado venezolano la realización de una INVESTIGACIÓN JUDICIAL URGENTE, el TRASLADO INMEDIATO HASTA EL LUGAR DE LOS HECHOS y LA ADOPCIÓN DE MEDIDAS BILATERALES CON BRASIL para controlar y vigilar la entrada de garimpeiros en el ALTO OCAMO, lugar de la masacre y con presencia de Yanomami amenazados por la acción incontrolada de mineros ilegales (garimpeiros). Recordamos que la omisión de investigar y tomar medidas eficaces como en el caso de HAXIMÚ, podría comprometer la responsabilidad internacional del Estado venezolano, por permitir que agentes externos agredan a nacionales venezolanos en su territorio.