Entre las acciones en ese ámbito destaca el estudio de los bosques del país para determinar su capacidad de asimilar carbono y evitar así su liberación a la atmósfera.
La gestión ambiental de las autoridades venezolanas, prioridad de la política gubernamental de desarrollo, cuenta hoy con el apoyo de tecnología de avanzada gracias a los satélites Miranda y Simón Bolívar. Entre las acciones en ese ámbito destaca el estudio de los bosques del país para determinar su capacidad de asimilar carbono y evitar así su liberación a la atmósfera.
Según Arturo Gil, presidente de la Fundación Instituto de Ingeniería para Investigación y Desarrollo Tecnológico, el proyecto tiene como objetivo cuantificar las capacidades de absorción que tienen los bosques, a partir del procesamiento de imágenes satelitales.
En el caso de Venezuela, los mencionados espacios se caracterizan por ser de múltiples estratos y diversidad, de ahí que resulten sistemas sumamente complejos, cuando se trata de definir el potencial de capturar y almacenar carbono.
Los especialistas pretenden determinar esos parámetros a partir del cálculo de biomasa de los bosques mediante la aplicación de métodos de estimación no destructivos.
De esa forma, el satélite Miranda, capaz de aportar hasta 300 imágenes diarias, resulta un elemento esencial en el desarrollo del proyecto.
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