os alumnos son los encargados de diseñar diferentes trajes con material reciclado, que también utilizarán en el desfile. Además, son acompañados por la banda de paz del complejo educativo
Cada año, a finales de abril, las calles del municipio de Rosario de Mora, en San Salvador, se llenan de mucho color, música y arte con el tradicional Desfile del Medio Ambiente y el Reciclaje que realiza el Complejo Educativo Manuel José Arce. Todos los alumnos de la institución, desde parvularia hasta tercer año de bachillerato –entre estos últimos, jóvenes inscritos en el Servicio Social Estudiantil de LA PRENSA GRÁFICA–, participan en esta marcha con el objetivo de recalcar la importancia de la protección del medio ambiente y motivar a practicar el reciclaje.
Los alumnos son los encargados de diseñar diferentes trajes con material reciclado, que también utilizarán en el desfile. Además, son acompañados por la banda de paz del complejo educativo y llevan carteles mediante los que promueven medidas preventivas para proteger al medio ambiente. Después del desfile, los estudiantes regresan a la institución para continuar con las dinámicas y actividades, entre las que se encuentran danzas, dramas, desfiles de trajes ecológicos y elaboración de obras de arte que representan especies salvadoreñas en peligro de extinción.
Otro propósito por el cual se realiza este evento es el de ofrecer a los habitantes del municipio un momento cultural de sano esparcimiento, ya que en este lugar se organizan pocas actividades que incluyan la participación de todos los pobladores. “Aquí hacen falta celebraciones en las que las familias puedan entretenerse. Entonces, también organizamos esta fiesta especialmente para que toda la comunidad se divierta y aprenda más sobre la conservación del medio ambiente”, expresó Baltasar Ponce, director del centro educativo.
Por su parte, los estudiantes se sienten motivados a participar en este desfile, ya que a través de él pueden enviar mensajes a la población para que se comprometa con el cuidado de la flora y la fauna que todavía existe en el municipio. “Ponemos todo de nuestra parte para recordar a los habitantes la importancia de proteger las especies y de reciclar. Al mismo tiempo, tratamos de que se entretengan viendo el desfile y todas las actividades”, dijo Xenia Guadalupe Andrés, de 16 años y estudiante de primer año de bachillerato.
Los habitantes de las zonas aledañas a la institución elogian el esfuerzo que anualmente realizan los jóvenes para la puesta en marcha de esta actividad.
“Casi no tenemos eventos en el pueblo y cada abril sabemos que se realizará el desfile. A los más pequeños les gusta mucho venir a verlo y lo mejor es que nos recuerda a todos los habitantes que debemos ser más aseados, mantener limpia la comunidad y cuidar la naturaleza”, comentó Raúl Antonio Salazar, habitante del lugar.
La comunidad estudiantil se despidió del desfile enviando un mensaje a la población: “Los niños y jóvenes somos el futuro y necesitamos un buen planeta para vivir y crecer”.
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