En un momento clave para la protección natural regional, Panamá se ha consolidado como epicentro de la colaboración ambiental en Centroamérica. Y es aquí donde se reúnen esta semana ambientalistas de la región con las miras puestas en todas aquellas medidas que sirvan para defender la conservación de los bosques.
La cobertura boscosa regional actualmente supera el 40% y en su defensa, estos días, se trata de llegar a acuerdos para la protección de las áreas forestales, el fortalecimiento de las zonas protegidas, la salvaguarda de fuentes de agua y el fomento de la participación ciudadana.
Medidas para asegurar la conservación de los bosques centroamericanos
Más de 300 ambientalistas y autoridades gubernamentales de Centroamérica se reúnen desde este martes en Ciudad de Panamá para analizar las posibles medidas que ayuden a mejorar la conservación de los bosques, cada vez más amenazados por la deforestación y con un alto costo de restauración. «No salgamos todos encantados de ver amigos solamente, sino con un firme propósito de actuar con urgencia, con responsabilidad para enfrentar las realidades de nuestros países. No solamente vean esto como un reto regional», dijo el ministro de Ambiente de Panamá, Juan Carlos Navarro, en su discurso de apertura.
El evento, organizado por el Ministerio de Ambiente de Panamá (MiAmbiente) y la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), reúne hasta el próximo viernes a expertos para debatir las capacidades técnicas que mejoren la conversación y la restauración de los bosques de la región.
Autoridades, gobiernos locales, organismos internacionales, indígenas, ONG, empresa privada y ambientalistas discutirán «sobre las experiencias de restauración forestal en Centroamérica» con el fin de poder «revisar si lo están haciendo bien, van encaminando o se deben hacer ajustes», como explicó el director forestal de MiAmbiente, Carlos Espinosa. «Cada país está teniendo sus avances, unos en mayor proporción que otros. Los que están haciendo la diferencia son los países que tienen claros incentivos para motivar a las comunidades, a la empresa privada a que se involucren en la restauración. Eso nos dice que la restauración requiere apoyo», señaló.
Según el director forestal panameño, «lo que hemos encontrado es que la restauración es mucho más cara que la conservación (…) Si queremos realmente hacer las cosas bien, tenemos que preocuparnos por consolidar nuestras estrategias de conservación para que el costo de la restauración sea mucho más bajo». Los expertos coinciden que la reforestación es un complejo sistema que abarca un aspecto socioeconómico, por lo que debe ir de la mano con el trabajo de las comunidades locales e, inclusive, de la empresa privada. Resaltan que las tasas de deforestación en Centroamérica tienen una tendencia a la baja, aunque son preocupantes.
La tasa de deforestación neta anual en Centroamérica es del 0,38 %, aproximadamente unas 83.000 hectáreas por año, según datos del Informe Forestal de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de 2020, el último estudio de este tipo que se actualiza cada cinco años.
Centroamérica posee una cobertura boscosa calculada en unos 22 millones de hectáreas, lo que representa alrededor del 42 % de su superficie terrestre total, y enfrenta una constante amenaza debido a las altas tasas de deforestación en varios de sus países, conforme a datos de entidades como la FAO y el Banco Mundial.