Día Internacional de los Bosques Tropicales 2025: en un momento en que el mundo se enfrenta a una serie de retos apremiantes como el cambio climático, la Organización Internacional de Maderas Tropicales (OIMT) nos recuerda que una de las soluciones más poderosas está a nuestro alcance: nuestros bosques.
Los bosques tropicales ofrecen un sinfín de alternativas positivas para el clima y favorables al medio ambiente: materiales biodegradables y sostenibles que pueden sustituir a la mayoría de los productos no renovables convencionales y otras sustancias perjudiciales para el entorno que estamos acostumbrados a utilizar a diario.
Entre ellos, los productos forestales maderables y no maderables procedentes de bosques tropicales gestionados de forma sostenible se perfilan como los principales candidatos.
Los bosques tropicales del futuro
La regeneración de los recursos y la reducción de los residuos son elementos centrales de la bioeconomía circular. Los bosques, cuando se gestionan de manera sostenible, ofrecen precisamente eso. La madera es renovable, reciclable y almacena carbono a lo largo de su ciclo de vida.
Es duradera y versátil, y puede ser un sustituto eficaz y eficiente de las fibras sintéticas, los metales, el hormigón y el plástico. Por ejemplo, el uso de madera en la construcción puede reducir las emisiones de carbono de un edificio en hasta un 60 % en comparación con los materiales tradicionales.
A medida que la bioeconomía circular cobra impulso, la demanda mundial de madera como material renovable y respetuoso con el medio ambiente es cada vez más importante. La OIMT apoya iniciativas que promueven la producción, el comercio y el consumo sostenibles de la madera tropical y otros recursos forestales. A través de su programa de Cadenas de Suministro Legales y Sostenibles (LSSC), la OIMT ayuda a los países miembros a promover el uso de la madera en el mercado interno, fortalecer las cadenas y los sistemas de suministro de madera y estimular los mercados, los medios de vida y las economías locales.
Además del programa LSSC, la OIMT contribuye activamente a las campañas internacionales de la Asociación de Colaboración en materia de Bosques (ACB), como «Grow the Solution», que promueve soluciones basadas en la madera para la crisis climática, y a la iniciativa más amplia «Madera sostenible para un mundo sostenible» (SW4SW), una iniciativa de múltiples partes interesadas que apoya las cadenas de valor de la madera sostenible que promueven soluciones basadas en la naturaleza y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre muchos otros, pero especialmente el ODS 12, que garantiza modalidades de consumo y producción sostenibles.
Los bosques tropicales constituyen un regulador esencial del clima
Hoy es el Día Internacional de los Bosques Tropicales 2025, una efeméride que se celebra cada 22 de junio, con el fin de dar a conocer la importancia de estos ecosistemas y las graves amenazas que pesan sobre ellos, especialmente la deforestación y los incendios forestales.
Los bosques se encuentran entre los ecosistemas más antiguos y ricos del planeta. Son reservas de biodiversidad, al tiempo que constituyen un regulador esencial del clima. La superficie global está representada por un 45% de bosques tropicales, un 27% de bosques boreales, un 16% de bosques templados y un 11% de bosques subtropicales.
Un tercio del planeta está cubierto de bosques, de los cuales casi la mitad (45%) son bosques tropicales. A su vez, la tercera parte de los bosques tropicales son bosques primarios, también conocidos como bosques maduros poblados de árboles de gran envergadura.
En el Día Internacional de los Bosques Tropicales 2025, valoremos que estos son los que han sido menos afectados por el hombre, se han desarrollado libremente y albergan árboles viejos y de enormes dimensiones de diversas especies, que crean un entorno propicio para la abundancia de plantas y animales.
Son de gran ayuda en la lucha contra el calentamiento global
Los bosques son el segundo sumidero de carbono más grande del planeta después de los océanos. Absorben alrededor de una cuarta parte del dióxido de carbono (CO2) emitido en la Tierra y limitan así el calentamiento provocado por este gas.
El carbono se captura mediante la fotosíntesis y se almacenados en cada planta en forma de madera, materia viva y suelos. Todos estos elementos vivos constituyen la biomasa. Y cuanta más biomasa, la capacidad para absorber CO2 se dispara. Por este motivo, los bosques tropicales, ricos en numerosos árboles de gran tamaño, plantas variadas y madera muerta, representan importantes reservas de carbono.
En el Día Internacional de los Bosques Tropicales 2024 recordemos que la fotosíntesis y la descomposición de la biomasa forestal emiten CO2. Por lo que la degradación de los bosques, particularmente a través de incendios, aumenta estas emisiones.
Día Internacional de los Bosques Tropicales 2025 2001 a 2019, los bosques absorbieron el doble de CO2 del que produjeron, pero actualmente la tendencia se está invirtiendo. El Amazonas está empezando a liberar más CO2 del que retiene, principalmente por las quemas y la desaparición del bosque tropical.
Cada vez más amenazados
Recordemos en el Día Internacional de los Bosques Tropicales 2025, que el calentamiento global y la deforestación forman un efecto cóctel devastador para el bosque tropical. A ello se le suma que las actividades humanas generan todo tipo de elementos de contaminación vinculada a la actividad agrícola, química, extractiva o minera.
El planeta perdió el equivalente a 178 millones de hectáreas de bosque, de 1990 a 2019. La agricultura y la ganadería son responsables del 70% de la deforestación en los países tropicales y subtropicales.
Menos bosques significan menos refugios para la biodiversidad y menos recursos para las especies que viven en este entorno, desde los animales más pequeños hasta los más grandes. La desaparición y fragmentación de sus áreas de hábitat amenazan tanto a monos y felinos, como a ranas, insectos y serpientes.
Un bosque tropical está formado por una sucesión de estratos, cada uno de los cuales alberga su propio ecosistema y que influye en el ecosistema inferior o superior.
Menos árboles significan menos sombra en el suelo que se calienta, menos agua retenida en los pisos superiores y lluvias torrenciales que arrastran los suelos, los erosionan y los matan.
La deforestación para urbanización, construcción de infraestructura vial o reconversión de terrenos en suelos agropecuarios y los incendios forestales vinculados a ella, están acabando con los bosques tropicales.
Por ello, en el Día Internacional de los Bosques Tropicales 2025 se alerta acerca de esta práctica que debe remitir lo antes posible, antes de que no quede nada por salvar.