Nos referimos a incendios forestales cuando el evento involucra amplias zonas arboladas, como pueden ser los bosques, montes o selvas. Lo aconsejable es evitarlos tomando medidas de prevención, la primera de las cuales es la limpieza de las áreas propensas a arder (quite de ramaje superficial, retirada de basura, plásticos, metales y cristales, etc.).
Hay muchos factores que influyen y a veces hasta confluyen, para que se ocasionen incendios forestales. Las modificaciones climáticas debidas al calentamiento global, como las sequías prolongadas o las tormentas secas (sin lluvias, pero con rayos). Y la deforestación para destinar los nuevos terrenos a la agricultura y ganadería, se suman a la negligencia o codicia humanas y conforma el escenario ideal de estas enormes catástrofes ígneas.
¿Cómo extinguir incendios forestales?
El objetivo principal de quienes combaten los incendios forestales es prevenir el daño a las personas, a sus propiedades, a la flora y fauna autóctona y al medio ambiente en general. El grave problema que tienen los bomberos es que, cuando se desatan estas hecatombes de fuego, los seres humanos están en franca desventaja frente a ellas.
Sin lugar a dudas, la alerta temprana resulta de importancia vital para poder contener y apagar el fuego. Especialmente en las zonas propensas a sufrir incendios forestales y en las épocas más secas y cálidas del año, es fundamental conocer lo antes posible la ubicación de los primeros focos, para sofocarlos lo antes posible y evitar males mayores.
Otros de los puntos significativos a la hora de sofocar y extinguir incendios forestales es la comunicación entre todas las partes involucradas: los bomberos, las fuerzas de seguridad, los agentes forestales y la población. Si no hay un trabajo coordinado, las acciones pueden ser insuficientes, se trabajará más y peor y no se conseguirán los mejores resultados.
Por ello siempre debe nombrarse una sede operativa situada en un vehículo, que actuará en el sitio como centro de control y desde allí se procederá a coordinar al resto de las fuerzas que trabajan en la extinción de los incendios forestales. Resulta crucial que todos los involucrados sepan quién dará las órdenes, con el fin de ser eficientes en su accionar.
Desde la sede de control se procederá a estimar, controlar y valorar el estado de los incendios forestales, su desarrollo y el plan de lucha para combatirlo. También debe asegurarse de contar con las provisiones médicas, alimenticias y de agua para el personal involucrado, posicionar al personal de la manera más eficiente, evaluar las zonas de evacuación y en caso de necesidad, enviar al personal idóneo para realizarlas.
Métodos de extinción de incendios forestales
Cuando el jefe de operaciones se plantea cuál será la estrategia a seguir para extinguir las llamas, procede a hacer un plan de ataque teniendo en cuenta el tipo de terreno (si es llano, escarpado o hay sitios de difícil acceso). Además de cuál es la probabilidad de expansión de las llamas, qué condiciones climáticas se esperan, la cantidad de efectivos y vehículos con los que cuenta, etc.
Ataques directos
Si las condiciones climáticas son secas y ventosas, en general se emplean los métodos convencionales para sofocar los incendios forestales. Es decir, que mediante el uso de vehículos de extinción de incendios se dirige directamente hacia las llamas: agua a muy alta presión y/o retardadores de fuego. También son útiles las aeronaves que recogen agua y la esparcen sobre los focos ígneos más complicados y de difícil acceso.
Este tipo de ataque tiene por objetivo la extinción de las llamas, pero también se realizan actividades conjuntas, como el humedecimiento de las zonas no quemadas para evitar que prendan, la sofocación de los focos con tierra o arena o golpeándolos para eliminar el oxígeno y apagar los fuegos y el empleo de extintores en los sitios adecuados.
Ataques paralelos
Se actúa sobre las llamas avanzando paralelamente a ellas y manteniendo una distancia prudencial. Para que este sistema sea eficaz suele usarse el llamado fuego técnico, que consiste en proceder a la quema controlada de una franja de terreno comprendida entre el incendio principal y la línea de defensa.
Se denomina línea de defensa a la acción que se ejecuta, con el fin de eliminar los elementos combustibles superficiales, con lo que se frena el avance de las llamas. Para ello se actúa de forma manual cortando y talando arbustos y maleza o colocando barricadas de elementos no combustibles.
Ataques Indirectos
Para poder efectuar este tipo de ataques se debe contar con la ayuda de personas que conozcan muy bien los terrenos comprometidos, puesto que es necesario encontrar puntos estratégicos para llevarlos a cabo. Es una forma de contención muy eficaz y puede ser la diferencia entre que un fuego crezca y se magnifique o se controle y finalmente se pueda extinguir.
Para hacerlo se elige un área ubicada a una distancia de seguridad determinada, donde se produzcan cambios en el tipo de vegetación y/o haya una pendiente pronunciada o desnivel de los terrenos. Allí se realizará una línea de defensa empleando las herramientas necesarias para ello (hachas, azadones, motosierras, etc.), que impedirá que cuando el fuego llegue a esa área, continúe su avance.