Los empleos verdes son aquellas actividades laborales que contribuyen de manera directa a la protección del medio ambiente y a la promoción de un desarrollo sostenible. Su objetivo principal es reducir el impacto negativo de la actividad humana sobre la naturaleza, al tiempo que generan oportunidades económicas y sociales.
Estos empleos se relacionan con sectores como las energías renovables, la gestión de residuos, la agricultura sostenible, la construcción eficiente y la conservación de los recursos naturales. Y, precisamente, en este camino, Brasil se postula como todo un referente mundial ya que da cobijo al 10% de este tipo de trabajos. Es más, tiene potencial para generar millones de empleos más de este tipo como se puso de manifiesto en el III edición del Foro Latinoamericano de Economía Verde (FLEV).
Brasil, ejemplo de paradigma del empleo verde
Brasil alberga el 10 % de los empleos verdes del mundo y tiene potencial para generar siete millones de trabajos de ese tipo en los próximos años, según datos compartidos este jueves por el jefe del PNUD en Brasil, Claudio Providas. Providas participó en la III edición del Foro Latinoamericano de Economía Verde (FLEV), que organiza la Agencia EFE en São Paulo, y pidió hablar más de «oportunidades» en la próxima cumbre mundial del clima (COP30), que se celebrará en noviembre en la ciudad brasileña de Belém, en vez de desafíos.
En este sentido, el representante residente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Brasil puso al país sudamericano como ejemplo de motor de empleos verdes. Recordó que el 10 % de los empleos verdes del mundo están en Brasil, sobre todo en las áreas de generación de energía hidroeléctrica y biocombustibles, y podría sumar siete millones más en los próximos años en las áreas de energía solar, eólica y reciclaje.
Asignatura pendiente en Brasil: gestión de residuos
Precisamente, la gestión de residuos es uno de los puntos débiles de Brasil, donde solo se recicla el 4 % de la basura sólida, según estimaciones del sector. Para mejorar ese porcentaje, Rodrigo Corradi, secretario ejecutivo adjunto para Sudamérica de la organización ICLEI-Gobiernos Locales por la Sostenibilidad, apostó por el principio de «responsabilidad compartida».
En Brasil, el manejo de los residuos es competencia principalmente de los municipios, pero estos no tienen suficiente músculo presupuestario para emprender grandes transformaciones, como poner en marcha proyectos para generar energía a partir de la basura. Por ello, pidió la actuación de otras esferas del poder a fin de poder articular estas iniciativas. Una experiencia de éxito es el estado de São Paulo.
El estado paulista, el más poblado y rico de Brasil, genera 44.000 toneladas de basura al día, según dijo la secretaria de Medioambiente regional, Natália Resende, presente en el foro. Sin embargo, la gran mayoría de municipios produce una cantidad insuficiente para implementar proyectos de economía circular de manera individual. «Para eso se necesita gran escala y necesito juntar a los municipios», indicó Resende.
Ante este panorama, el Gobierno de São Paulo está impulsando la integración de sus municipios para capacitarlos y percibir la basura como «un generador de empleo».
El III FLEV está patrocinado por ApexBrasil, la agencia de promoción de las exportaciones e inversiones de Brasil; Norte Energia, concesionaria de la central hidroeléctrica de Belo Monte y Lots Group, empresa que aporta soluciones para la descarbonización del sector de la logística. También cuenta con la colaboración de Imaflora, del Observatorio del Clima y de la universidad IBMEC, en cuyo auditorio se celebra el encuentro.
En conclusión, Brasil se ha convertido en un modelo de cómo los empleos verdes pueden combinar la sostenibilidad ambiental con el crecimiento económico y la justicia social, consolidándose como referente global en la transición hacia una economía más limpia y resiliente. Trabajos que en el país carioca se centran sobre todo en la eneración de energía, como la hidroeléctrica, y en los biocombustibles, con gran potencial en la energía solar y la eólica. EFE / ECOticias.com