El huracán Melissa, hasta ahora el más potente que se ha formado en el mundo en el año 2025, ha dejado un rastro de destrucción en Jamaica y continuó su camino lento, pero seguro con rumbo sur, llegando hoy a la isla de Cuba, donde, según las autoridades, estaban preparados para recibirlos.
Si bien Melissa ha pasado de la categoría máxima de 5 en la escala Saffir-Simpson a la de 3 y sus vientos que llegaron a superar los 280 km/h han amainado, no por ello deja de ser una fuerza desatada de la naturaleza que lo arrasa todo a su paso y que se espera llegue próximamente a las Bahamas.
Los daños en Jamaica son muy importantes, ya que más de medio millón de habitantes se quedaron a oscuras cuando se cortó el suministro eléctrico y aún permanecen evacuadas más de 15000 personas. Si bien no se ha registrado ningún fallecimiento de forma oficial, dados los destrozos en las infraestructuras, las riadas y los corrimientos de tierras, es imposible asegurar que no haya víctimas mortales.
Melissa continúa su camino al sur del Caribe
El huracán Melissa, con categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, ha tocado tierra en la costa sur del oriente de Cuba en la madrugada de este miércoles acompañado de fuertes vientos, intensas lluvias y una gran marejada ciclónica.
Llega tras su paso por la isla de Jamaica, donde ha impactado como un ciclón de categoría 5. Según las autoridades de Kingston, toda la isla ha sufrido el impacto de Melissa, que ha dejado a más de medio millón de personas sin luz.
El ministro responsable de la respuesta ante desastres ha asegurado que hay más de 500.000 jamaicanos afectados. Sin embargo, no ha podido ofrecer detalles concretos sobre la magnitud de los daños, ya que todavía se están recabando datos, pero sí que ha reportado inundaciones generalizadas, deslizamientos de tierra y graves daños en las infraestructuras.
El primer ministro, Andrew Holness, ha declarado Jamaica como «zona catastrófica» y ha informado de que unas 15.000 personas siguen alojadas en refugios. El mandatario ha asegurado que el Gobierno no había recibido ninguna confirmación de fallecimientos, pero dada la fuerza del huracán y la magnitud de los daños, han previsto «que habrá algunas pérdidas de vidas». La víspera, cuando la isla se preparaba para la llegada del Melissa, al menos tres personas murieron en una tala de árboles.
Cuba aguardaba la llegada de Melissa
Cuba se ha preparado para la llegada de Melissa. Su presidente, Miguel Díaz-Canel, ha alertado a la población de la magnitud y el riesgo del huracán. «Pedimos que, una vez más, aprovechando las horas que nos quedan para el paso, toda nuestra población esté ubicada en zona segura«, ha dicho en declaraciones televisadas.
El mandatario ha asegurado que ya hay brigadas preparadas para trabajar en la recuperación de los daños que provoque este huracán. Las autoridades han advertido del riesgo para la vida por los efectos de la tormenta, con probabilidad de inundaciones súbitas, penetraciones del mar en zonas bajas costeras, derrumbes e, incluso, roturas de presas.
En las Bahamas, siguiente destino de Melissa, el Gobierno ha ordenado la evacuación de los residentes en la zona sur del archipiélago. Más al este, en la isla de La Española, donde cohabitan Haití y República Dominicana, lleva sintiendo los efectos de Melissa desde el pasado 23 de octubre, que han causado al menos cuatro muertes.
Cambio climático y huracanes
Si bien Jamaica está acostumbrada a los huracanes, nunca antes había sufrido el impacto directo de una tormenta de categoría 4 o 5. Meteorólogos de AccuWeather han señalado que Melissa se posiciona como el tercer huracán más intenso observado en el Caribe, después de Wilma en 2005 y Gilbert en 1988, la última gran tormenta que tocó tierra en Jamaica.
La comunidad científica advierte que las tormentas se intensificarán con mayor rapidez y frecuencia debido al calentamiento de las aguas oceánicas. Por ello, muchos líderes caribeños han pedido a las naciones ricas y altamente contaminantes que ofrezcan reparaciones o alivio de la deuda a los países insulares tropicales que sufren las consecuencias.
El cambio climático es letal para el agravamiento de eventos naturales como los huracanes, dado que los océanos más cálidos liberan más vapor de agua, lo que proporciona energía adicional a las tormentas y, en consecuencia, vientos más fuertes. El calentamiento de la atmósfera también permite que retengan más agua, lo que favorece las lluvias intensas.
Hay científicos que abogan por la adición de una nueva categoría a la escala Saffir-Simpson, la categoría 6, que incluya a las tormentas y huracanes más ‘monstruosas’, mientras que desde el Caribe se pide que los países más contaminantes y responsables en mayor medida del calentamiento global, ayuden a los más vulnerables a estos episodios con reparaciones económicas o un alivio de sus deudas. ECOticias.com














