El proyecto minero de Loma Larga tiene la intención de extraer fundamentalmente oro y cobre aplicando técnicas de explotación subterránea en el páramo de Quimsacocha, en Ecuador, durante un periodo de 16 años. La tasa de extracción es de 3000 toneladas diarias lo que implica más de 14 millones de toneladas cuando finalice el proyecto.
Gran parte de los residuos que se generará tras la excavación se dispondrán de nuevo en el subsuelo llenando las galerías y túneles, pero más de 5,5 millones de toneladas de relave, quedarán dispuestos en el territorio para siempre. Los vecinos se oponen terminantemente a este proyecto.
Proyecto minero canadiense Loma Larga
El Gobierno de Ecuador informó este jueves que iniciará el proceso correspondiente para la suspensión de la licencia ambiental del proyecto minero Loma Larga, ubicado cerca de la ciudad andina de Cuenca y rechazado por un sector de la población local encabezado por el líder ambiental indígena y excandidato presidencial Yaku Pérez.
Sus detractores consideran que el proyecto, a cargo de la empresa canadiense Dundee Precious Metals (DPM), puede poner en riesgo el complejo de lagunas de Quimsacocha, que se encuentran cerca de la ciudad y que abastece de agua a varias localidades cercanas.
El Gobierno señaló que la decisión se tomó en atención a los informes presentados por la Prefectura de Azuay y el Municipio de Cuenca, a quienes habían encargado elaborar estudios que demostraran los daños ambientales que podría acarrear el proyecto.
«Al mismo tiempo, las autoridades locales deberán responder por la veracidad, consistencia y responsabilidad técnica de los informes que han puesto en consideración del Gobierno central«, señaló la Presidencia en un comunicado.
El anuncio se produce después de que el 16 de septiembre se celebrara una multitudinaria marcha en la ciudad de Cuenca bajo el lema ‘Quimsacocha no se toca‘. La intención de los presentes no era otra que evitar que el proyecto minero siguiese avanzando.
Loma Larga se ubica a unos 30 kilómetros al suroeste de la ciudad de Cuenca, y se preveía una inversión de entre 400 y 500 millones de dólares para la construcción de las instalaciones de la mina, con el objetivo de extraer reservas aproximadas de 925.000 onzas de oro, si bien en el yacimiento también hay cantidades menores de plata y cobre.
No obstante, el pasado 12 de septiembre, Noboa ya aseguró que veía una «altísima» probabilidad de que no se ejecutase el proyecto minero debido a la fuerte oposición ciudadana.
Por ello, el Gobierno solicitó tanto al Municipio de Cuenca como a la Prefectura de Azuay que aporten toda la documentación, informes y estudios sobre los problemas medioambientales que consideran que podría provocar el proyecto, aunque advirtió que dar marcha atrás podría acarrear problemas legales futuros. EFE / ECOticias.com