Los mandatarios de los 8 estados amazónicos se reunieron antes de la próxima Cumbre y se declararon conscientes de la urgencia del desafío de proteger la integralidad de la Amazonía, combatir la pobreza y las desigualdades en la Región Amazónica y con el propósito de unificar esfuerzos para promover el desarrollo sostenible, armónico, integral e inclusivo de la región para implementar la ‘Declaración de Belém‘.
Esta es la base de la ‘Declaración de Belém‘ que los 8 presidentes van a llevar a la V Cumbre de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) que comienza hoy en la ciudad de Bogotá y que pretende encontrar soluciones a la gravísima situación en la que se encuentra la Amazonía y plantear un frente común para defenderlas en la COP30.
La Declaración de Belém en la Cumbre de la OTCA
En un momento decisivo para el futuro del planeta, se hace un llamado urgente a los gobiernos de los ocho países amazónicos (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela) y a la comunidad internacional: la Amazonía no puede esperar más.
Hoy 22 de agosto, en Bogotá, se reunirán los presidentes amazónicos en la V Cumbre, con el deber histórico de transformar los compromisos en acciones reales que frenen la destrucción del bioma y aseguren su protección como eje estratégico de la acción climática global rumbo a la COP30 de Cambio Climático en Brasil.
La Amazonía está tremendamente amenazada
Los datos son contundentes: la Amazonía ya ha perdido el 17% de sus bosques, mientras otro 17% está gravemente degradado. Si la deforestación supera el 20-25%, llegaremos al punto de no retorno: el ecosistema más importante del planeta colapsaría, transformándose en una sabana e inyectando a la atmósfera cantidades catastróficas de carbono que harían inalcanzable el objetivo de 1.5 °C del Acuerdo de París.
Esto no es un escenario lejano: la crisis ya amenaza la seguridad hídrica y alimentaria mundial, la estabilidad climática, la biodiversidad única de la región y la vida de 47 millones de personas, incluidos 2,2 millones de indígenas de más de 500 pueblos.
El diálogo es la herramienta
La cumbre es la culminación de un proceso de Diálogos Amazónicos con propuestas como el Pacto Panamazónico, un llamado estratégico a los ocho Estados amazónicos para implementar la Declaración de Belén y evitar el punto de no retorno. Es dispensable que los países amazónicos se presenten como bloque político regional y llegar a la COP30 con una propuesta unificada, que debe quedar reflejada en la Declaración de Bogotá como un plan de acción concreto y vinculante.
¿Qué quiere la Sociedad Civil?
Los diálogos han sido una fuerza impulsora detrás de las principales recomendaciones que se debaten en la cumbre, a través de la Red de Redes Amazónicas una alianza sin precedentes, promovida por el Instituto Panamazónico (IPA), que articula a 12 plataformas regionales, más de 450 organizaciones y más de 300 científicos y científicas, con los aportes pueblos indígenas, comunidades locales, movimientos sociales y academia, basadas en diagnósticos científicos rigurosos y en los saberes tradicionales.
El Pacto Panamazónico plantea cinco puntos de impacto estratégico: conectividad ecosistémica y sociocultural, seguridad y conflictos socioambientales, socio-bioeconomía amazónica, financiamiento climático justo, cooperación regional y participación. Entre los resultados esperados asociados, se encuentran:
- Deforestación Cero al 2030 y conservación de al menos el 80% del bioma amazónico: meta esencial para evitar el punto de no retorno, garantizando territorios indígenas y una transición justa para las comunidades.
- Amazonía libre de delitos ambientales: acciones conjuntas y efectivas contra la minería ilegal y demás economías ilícitas que destruyen bosques, contaminan ríos y amenazan la vida.
- Economías vivas y sostenibles: impulso decidido a la bioeconomía y al conocimiento ancestral, generando riqueza desde la conservación y no desde la destrucción.
- Mecanismos de Financiamiento Alineados con la Justicia Climática: Una apuesta por nuevos mecanismos de financiamiento que distribuyan el poder financiero de manera justa y equitativa, asegurando que los recursos lleguen directamente a quienes protegen la Amazonía, principalmente pueblos indígenas y comunidades locales para asegurar la implementación de acciones de conservación y desarrollo sostenible.
- Conectividad que Sustenta la Vida: Reconocer el papel central de los pueblos indígenas y las comunidades campesinas como guardianes del territorio. Los acuerdos de la cumbre deben asegurar su participación efectiva en la toma de decisiones, respetando sus derechos y sus formas de vida, que son fundamentales para la salud del bioma.
- Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) que trasciendan los objetivos de mitigación tradicionales. Es imperativo que las NDC de los países amazónicos reflejen una visión integral que priorice la adaptación y la resiliencia del bioma amazónico. Las políticas deben orientarse a la implementación de acciones que fortalezcan la capacidad adaptativa de las comunidades, reduzcan su vulnerabilidad ante eventos extremos y aseguren medios de vida sostenibles que, al mismo tiempo, promuevan la conservación de los bosques en pie.
Un frente común camino a la COP30
Esta Cumbre de Presidentes es una oportunidad histórica que exige una respuesta a la altura de las circunstancias. Hacemos un llamado urgente a los gobiernos para que traduzcan sus diálogos en acciones concretas y establezcan acuerdos sólidos hacia la COP30 y el cumplimiento del Acuerdo de París.
Solo con un compromiso conjunto y medidas audaces en los puntos críticos podremos salvaguardar a la Amazonía, los pueblos indígenas y a sus comunidades, evitando el punto de no retorno de este ecosistema, clave para la acción climática global y la funcionalidad de nuestro planeta.
La V Cumbre de la OTCA en Bogotá es un paso decisivo para llevar una agenda unificada y una declaración robusta a la COP30 en Belém, Brasil. Esperamos que el encuentro cuente con un alto nivel de representación y voluntad de los países para la consolidación de una voz regional, misma que tiene el potencial de catalizar compromisos globales para la Amazonía y asegurar que el bioma ocupe el lugar central que merece en la agenda climática mundial.
Es hora de pasar a la acción, la Declaración de Belém contiene puntos claves que deben ser implementados mediante acciones concretas. Los gobiernos tienen la oportunidad única de demostrar su compromiso con la Amazonía y evitar el punto de no retorno.
En la V Cumbre estarán presentes los presidentes de los 8 países responsables de la Amazonia, ya que la comparten. La implementación práctica de los puntos de la ‘Declaración de Belém’ tiene que ser una de las resoluciones que se tomen en dicha cumbre, puesto que a la Amazonía no le queda más tiempo, está al borde mismo del colapso, a un paso del punto de no retorno. ECOticias.com