La gripe aviar, influenza aviar o gripe de los pájaros o los pollos designa a una enfermedad infecciosa vírica (causada por un virus) que afecta a las aves, si bien se sabe que tiene suficiente potencial como para contagiarse a distintas especies de mamíferos. Fue identificada por primera vez a finales del siglo XIX en Italia y pero con el correr del tiempo se ha manifestado en diversas partes del mundo.
La gripe aviar es una enfermedad animal (zoonosis) que se transmite de ave a ave y, que excepcionalmente puede contagiarse de un ave a un humano, pero por ahora no se ha demostrado que, de forma eficaz, pueda pasarse de humano a humano, a menos que el virus mute y adquiera esa capacidad.
El virus H5N1
Un paciente de Luisiana, mayor de 65 años y con afecciones médicas preexistentes, se convirtió en la primera víctima mortal por gripe aviar en Estados Unidos, según confirmaron el Departamento de Salud del estado y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). El hombre contrajo el virus H5N1 tras estar en contacto con aves de corral y silvestres.
Desde abril de 2024, casi 70 personas han contraído el virus H5N1 en Estados Unidos, la mayoría trabajadores agrícolas expuestos a aves infectadas. Sin embargo, los expertos consideran que el riesgo de transmisión al público general sigue siendo bajo. Este brote, iniciado en aves en 2022, ha provocado la muerte de casi 130 millones de aves silvestres y domésticas, así como infecciones en 917 rebaños lecheros, según datos de los CDC y el Departamento de Agricultura.
El paciente fallecido fue hospitalizado el 18 de diciembre tras presentar síntomas graves relacionados con la infección. Los CDC identificaron mutaciones en el gen de la hemaglutinina del virus, presentes únicamente en este paciente y no en las aves de corral foco del contagio. Estas mutaciones surgieron durante la replicación viral en el organismo, lo que evidencia la capacidad del virus para adaptarse al huésped humano.
A pesar de la gravedad de este caso, las autoridades sanitarias insisten en que la gripe aviar sigue siendo una enfermedad de bajo riesgo para la población general. Sin embargo, destacan la importancia de la vigilancia genómica para monitorizar posibles cambios en el virus que puedan incrementar su transmisibilidad.















