¿Qué es una zoonosis?
Zoonosis: ¿la venganza de la Naturaleza? Son enfermedades que los humanos contagian a los animales y viceversa. Los patógenos en cuestión pueden ser bacterias, virus, hongos o incluso parásitos. La transmisión de estas enfermedades suele ser originada por el contacto directo entre un animal y un ser humano.
Pero también puede llegar indirectamente a través de los alimentos, por un vector determinado o del medio ambiente. Su gravedad y síntomas varían mucho según el tipo de enfermedad y el metabolismo y estado de salud de la persona infectada. El manejo de cada situación dependerá del agente patógeno involucrado.
El término zoonosis proviene de las palabras griegas zôon que significa ‘animal’ y nósos que es enfermedad. Cualquier animal puede transmitir enfermedades. Y muchas de las afecciones corrientes de los humanos pueden afectarles a ellos. Ya sean salvajes o domésticos, nadie está a salvo de los agentes patógenos. Y la cercanía aumenta los riesgos de contagio.
Alta incidencia
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal un organismo de la OMS, el 60% de las enfermedades infecciosas humanas tienen un origen zoonótico. Se estima que este tipo de enfermedades son responsables cada año de al menos 2400 millones de pacientes humanos, de los que un promedio de 2,2 millones fallece.
Hay más de 200 tipos conocidos de zoonosis. Los mismos se suelen clasificar según el tipo de patógeno causante: bacterias, virus, hongos o parásitos. Y también por el modo de transmisión. Aquí hay algunos ejemplos de Zoonosis: ¿la venganza de la Naturaleza?:
Principales zoonosis bacterianas
- Peste (Yersinia pestis)
- Salmonelosis (Salmonella)
- Leptospirosis (Leptospira interrogans y sus variantes)
- Listeriosis (Listeria monocytogenes)
- Brucelosis (Brucella)
- Ántrax (Bacillus anthracis)
- Enfermedad de Lyme (Borrelia burgdorferi y Borrelia mayonii)
- Tétanos (Clostridium tetani)
- Tuberculosis (Mycobacterium tuberculosis)
Zoonosis virales más comunes
- Rabia
- Gripe aviar
- Chikunguña
- Dengue
- Fiebre de Lassa
- Hepatitis A
- Virus del herpes B
- Ébola
- COVID 19
Zoonosis parasitarias habituales
- toxoplasmosis
- tenia
- ascaridiasis
- leishmaniasis
- enfermedad del sueño
- malaria
- tricocéfalo
- triquinosis (ver imagen)
- zoonosis fúngicas (por hongos)
- aspergilosis
- candidiasis
- coccidios
¿Cómo se transmiten las zoonosis?
Los modos de transmisión de las zoonosis a los humanos son variados:
- Por contacto directo entre el humano y el animal.
- Indirectamente por el consumo de su carne o subproductos infectados.
- Mediante la existencia de un vector.
- Por el medioambiente
- De un individuo infectado a otro sano.
Los patógenos zoonóticos pueden propagarse a los humanos a través de cualquier punto de contacto con animales. No importa si estos son domésticos, agrícolas o salvajes. Un punto de alto riesgo de contagio son los mercados que venden animales salvajes vivos o sus subproductos. Y si son ilegales, las amenazas se multiplican.
El uso excesivo de antibióticos en la cría de ganado y aves de corral también es nefasto. Al generar bacterias resistentes a ciertos medicamentos, dejan a los humanos sin elementos de defensa contra las mismas. Por eso es licito preguntarse Zoonosis: ¿la venganza de la Naturaleza?
En cuanto a las zonas cercanas a áreas salvajes, el riesgo de contraer zoonosis es mayor. Esto sucede porque cuando se minimizan o fragmentan los hábitats naturales, los animales se ven obligados a buscar comida cerca de los humanos. Se alimentan de nuestra basura y nos dejan sus agentes patógenos.
¿Pueden acabar con los humanos?
Hay que tomar ciertas medidas para evitar contraer cualquier tipo de zoonosis. Y ser consecuentes con su empleo. Es fundamental controlar los mosquitos. Lavarse las manos frecuente y concienzudamente. Y cocinar los alimentos de forma prolongada, especialmente las carnes y más si son de origen silvestre. Zoonosis: ¿la venganza de la Naturaleza?
Aun así es imposible predecir si serán quienes nos extingan. Según los expertos la de COVID 19 ni fue la primera ni será la última pandemia a la que nos enfrentemos. Si no comenzamos a alimentarnos mejor, a fortalecer el sistema inmunológico y a tener una vida más saludable. Y si no dejamos en paz a los animales, especialmente a los salvajes, nuestro futuro será cada vez más incierto.