Hiperturismo versus turismo regenerativo. Hasta hace muy poco tiempo la forma viajar más conocida y puesta en práctica era el hiperturismo o el sobreturismo. Es decir, desplazarse sin tener en cuenta nada más que el objetivo. Viajar con el objetivo de conocer la mayor cantidad de lugares en el mínimo tiempo. Echarse unas fotos para subir a las RRSS. Y no preocuparse en lo más mínimo de las consecuencias de cada paseo.
Hablamos de un turismo masivo y globalizado, cuyo apetito parecía ilimitado. Hay que reconocer, también, que el sector turístico había crecido más rápido que el PIB mundial entre 2010 y 2020. Pero la crisis sanitaria mundial implicó un duro golpe para el sector, que no solo se vio inmovilizado, sino que dejo en evidencia sus puntos más oscuros.
Sin embargo, cada crisis nos da la oportunidad de reinventarnos. Y nos ayuda a reconsiderar las prácticas del pasado para construir mejor el futuro. El turismo verde ya se viene desarrollando desde hace varios años. Hablamos entonces de turismo sostenible, de proximidad, ético y sus múltiples variantes. Pero hoy en día, el gran paso implica promover el turismo regenerativo.
Un lugar mejor después de tu visita
Este es el mantra del turismo regenerativo. Que cuando te vayas el sitio está mejor de cuando llegaste. El objetivo es inspirarse en la agricultura regenerativa, que tiene como objetivo restaurar los suelos agotados por los monocultivos intensivos. Con el turismo regenerativo, la idea es realizar desplazamientos y paseos sostenibles, que permitan mitigar los impactos ambientales y frenar la degradación de los ecosistemas.
Existen varios principios fundamentales, para implantar el turismo regenerativo:
Visión general
Hay que tener en cuenta el destino y no solo las empresas del sector turístico. Asegurar el respeto por los ecosistemas, los recursos naturales, la cultura y las tradiciones, las comunidades, así como la estética y la infraestructura ya existente.
Colaboración multidisciplinar
Organizar el desarrollo del turismo, incluyendo la participación igualitaria del gobierno local, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil. De esta manera, la representación de las comunidades será diversa e inclusiva.
Ingresos justos
Implementar políticas que luchen contra las desigualdades turísticas. Para lograr un equilibrio justo de los ingresos turísticos de todos los trabajadores en las comunidades locales.
Menos carga turística
Tener en cuenta los costes relacionados con el turismo, la fiscalidad local, las cuestiones medioambientales y sociales. Así como las perturbaciones objetivamente verificables.
Controlar el uso turístico del suelo
Limitar el turismo de alta ocupación en áreas concentradas. Desincentivar la expansión de centros turísticos en costas, islas y zonas montañosas. Con el fin de preservar el carácter geográfico, una economía diversificada, el acceso local y los ecosistemas.
Diversificación de los mercados
Fomentar el turismo sostenible, responsable y local, que es más resistente a las crisis. Y contribuye a aumentar el valor percibido del patrimonio natural y cultural regional. Hiperturismo versus turismo regenerativo.