Hasta el momento, el Gobierno de España en las negociaciones energéticas de Europa ha tenido una postura de bloqueo para las energías renovables y la democratización del sector eléctrico, sin tener en cuenta la gravedad del cambio climático y ni siquiera a las personas que tenemos claro que hay que abandonar este viejo modelo energético.
El futuro del sistema energético de Europa está en juego hoy en Bruselas. Los ministros de energía de 28 países de la UE se reúnen hoy para discutir un amplio paquete de medidas energéticas (“la energía limpia para todos los europeos”) y tienen que tomar una importante decisión: permanecer encadenados al pasado apoyando los combustibles fósiles como el carbón, o asumir un verdadero liderazgo y acelerar el camino en Europa hacia un futuro más limpio y más seguro alimentado por energías renovable.
Hasta el momento, el Gobierno de España en las negociaciones energéticas de Europa ha tenido una postura de bloqueo para las energías renovables y la democratización del sector eléctrico, sin tener en cuenta la gravedad del cambio climático y ni siquiera a las personas que tenemos claro que hay que abandonar este viejo modelo energético.
Nuestro modelo energético nos ha fallado hasta el momento. No sólo se basa en la producción de electricidad centralizada con carbón, gas y energía nuclear, tres sectores con un elevado coste para el medio ambiente y la salud, sino que también es controlado por unas pocas grandes empresas que están fuertemente subvencionadas.
Pero la buena noticia es que no tiene por qué seguir siendo así.
Europa tiene una gran cantidad de energía renovable a la espera de ser aprovechada. Hogares, cooperativas y pequeñas empresas están listas para revolucionar el sector de la energía, para producir electricidad a partir del viento, la luz solar y el agua y construir un sistema energético descentralizado y de vanguardia. La tecnología existe y millones de personas en Europa podrían convertirse en actores de una nueva revolución energética. Un informe realizado por CE Delft, encargado por Greenpeace, mostró que más de 112 millones de personas tendrían capacidad para participar activamente en el sector eléctrico y satisfacer el 19% de la demanda eléctrica de Europa en 2030. En 2050, más de 264 millones de europeos ( la mitad de la ciudadanía de la UE) podría producir tanto como el 45 % de la demanda eléctrica de Europa! Lo que necesitamos es que nuestros gobiernos reconozcan esta oportunidad que está al alcance.
Los ministros de energía de Europa tienen hoy una oportunidad única para mover ficha. Dos de los borradores de ley que se discuten hoy por el Consejo, la Directiva de Renovables y el diseño de mercado eléctrico europeo, podrían definir los elementos cruciales en la dirección correcta.
La UE debe actuar con rapidez para poner fin al uso de los combustibles fósiles y poner a Europa en el camino hacia un futuro 100% basado en energías renovables. A lo largo de este año, una coalición de organizaciones no gubernamentales, la ciudadanía y las cooperativas de energías renovables han estado haciendo campañas para asegurar que nuevas leyes energéticas en Europa ponen a las personas y a las comunidades en el centro de la transición energética y para que el dinero público no sea utilizados para perpetuar el viejo, contaminantes costos sistema energético.
Ahora es el momento para que nuestros gobiernos conviertan las promesas del Acuerdo de París en hechos reales. Para lograrlo los ministros europeos de energía y la UE deben ser ambiciosos y respaldar las medidas para el empoderamiento de la ciudadanía, de las cooperativas, las pequeñas empresas y de las autoridades locales para que puedan producir, almacenar y vender energías renovables.