La introducción de medidas locales y regionales para el impulso de las energías renovables se está quedando corta. Mientras tanto el desarrollo de regulación a nivel nacional en esta materia se estanca y las inversiones en tecnologías limpias disminuyen. Cómo podrá Estados Unidos mantener su liderazgo en el desarrollo e inversión en tecnologías limpias
Un descenso alarmante del 10% en las inversiones en tecnologías limpias en los Estados Unidos en el pasado año, indica que este país podría estar perdiendo su posición preponderante como mayor inversor y proveedor mundial de innovación en tecnologías limpias.
El pasado año la inversión estadounidense en tecnologías limpias cayó hasta su mínimo en cinco años, desde el 72% del cómputo global mundial del 2008 hasta el 62%. Mientras tanto el porcentaje de inversión en tecnologías limpias de Europa e Israel se situó en el máximo histórico del 29% del cómputo a nivel mundial.
Según CleanTech Group, a pesar de que el sector solar acapara la mayor parte de las inversiones en tecnologías limpias, la inversión en el sector de concentración solar cayó un 90%.
¿Se está erosionando la ventaja estadounidense?
En ausencia de financiación las compañías continúan atrayendo capital hacia el sector de las energías limpias jugando un papel fundamental a la hora de poner en marcha nuevos proyectos.
En el 2009 el mayor aumento de acuerdos PPA (Power Purchase Agreement) se produjo sobre todo dentro de los sectores termo-solares y PV. Estos dos sectores combinados supusieron el 80% de acuerdos PPA, según un estudio realizado por CleanTech Group.
Por otro lado, el sector eólico vió un aumento de acuerdos en la segunda mitad del año favorecido por la extensión de los créditos a la producción.
A pesar de que la diferencia en el volumen de inversiones en tecnologías limpias entre USA y Europa es todavía considerable, las cifras apuntan a que la ventaja histórica norteamericana en esta materia podría verse con el tiempo erosionada si la tendencia actual persiste.
“América del Norte todavía atrae el mayor porcentaje de inversión en energías limpias, pero el hecho de que este porcentaje se está reduciendo ligeramente es digno de ser considerado,” afirma Dallas Kachan, Director Ejecutivo para CleanTech Group, consultora que introdujo el término cleantech y lo incluyó como marca registrada. “Esto subraya que la innovación en tecnologías limpias sigue globalizándose.”
Sin embargo, expertos en inversiones de capital afirman que la tendencia de un año no debe tomarse como el fín del apoyo financiero estadounidense al sector de tecnologías limpias.
La compañía de inversiones californiana Menlo Park, por ejemplo, cerró una inversión de US$1.1 billones el año pasado dirigida totalmente a la financiación de proyectos en tecnologías limpias.
De hecho, después de un año de decrecimiento debido en su mayor medida a la recesión global mundial, CleanTech Group predice que el 2010 será un año récord en materia de inversiones en el sector.
La mayor parte del dinero recaudado por las firmas de inversión en el 2009 será invertido en proyectos en energías limpias durante el 2010 y el 2011.
“En cuanto al incremento de capital privado, creemos que el 2010 será un año récord en inversiones dirigidas al sector de tecnologías limpias,” según Kachan. “No necesariamente en inversiones para nuevos proyectos en el 2010, pero esperamos ver un aumento de los fondos destinados a la financiación de este tipo de tecnologías.”
Todo esto es más que probable teniendo en cuenta la acumulación de la demanda y el énfasis en energías limpias del gobierno americano.
El precio del CO2 como factor crucial
Muchos factores pueden impactar en el impulso de las inversiones en el sector, incluyendo el papel del gobierno norteamericano. En particular, los inversores están pendientes de la capacidad del gobierno para aprobar legislación e introducir políticas y regulaciones, tales como el establecimiento de costes por la emisión de gases causantes del efecto invernadero, como medida crucial para impulsar la paridad entre las energías renovables y las convencionales.
Brookly McLaughlin, portavoz del Chicago Climate Exchange, dice que estas medidas serían fundamentales para desbloquear la innovación y alcanzar las eficiencias que serán necesarias para que se produzcan inversiones en el sector de las renovables.
“Poner un precio por emisión de gases contaminantes es crítico a la hora de decidir entre combustibles renovables o fósiles,» afirma McLaughlin, añadiendo que la existencia de un mecanismo regulatorio del mercado transparente en materia de precios llevará a la realización de inversiones importantes en el sector de las renovables.
“Dado que una de las mayores diferencias entre combustibles fósiles y renovables es la emisión de CO2, establecer un precio por este tipo de emisiones subsanaría el hueco existente. El hecho de si esto supondría el poder alcanzar la paridad de precios aún está por ver, pero al menos de esta forma los analistas tendrían más datos en los que basar sus decisiones.”
RPS no cumple los objetivos
Mientras que USA sigue debatiendo las ventajas que supondría el introducir precios por emisiones de CO2, y otras medidas regulatorias, algunos esfuerzos al respecto ya se están llevando a cabo.
Varios estados, liderados por California, han implementado medidas como el RPS (Renewable Portfolio Standard), por las cuales se obliga a que un cierto porcentaje de la producción de energía se produzca por vías renovables.
Pero hasta ahora incluso California ha tenido problemas a la hora de implementar estas medidas, las tres mayores compañías proveedoras de energía californianas han sido incapaces de cumplir los objetivos RPS.
El proyecto para establecer medidas RPS a nivel nacional está incluido en el actual proyecto de ley atascado en Washington.
“Se está hablando mucho acerca de hacer lo correcto para apoyar al sector de las renovables mediante regulaciones y medidas RPS a nivel nacional,” opina Kachan. “El problema es que hay muy buenas intenciones pero lo líderes políticos están estancados.”
McLaughlin afirma que el Chicago Climate Exchange está detectando un interés creciente en medidas regulatorias tales como la RGGI (Regional Greenhouse Gas Initiative), un acuerdo entre 10 estados norteamericanos que busca la reducción de emisiones de CO2 en el sector energético en un 10% para el 2018. La Western Climate Initiative es otro ejemplo de regulación local en materia de reducción de emisiones.
¿Podrían otras medidas locales hacer el trabajo?
En ausencia de un marco regulatorio a nivel nacional, ¿podrían otras medidas tener la suficiente influencia como para generar una mayor paridad de precios entre los combustibles fósiles y las energías renovables?
Según Larry Fisher, Director de Investigación para NextGen, probablemente no.
Fisher opina que aunque seguirán existiendo esfuerzos locales y regionales encaminados a este objetivo, será necesaria la intervención gubernamental en forma de medidas concretas para que se produzca un verdadero cambio en el mercado.
“Al final lo que se necesita es algún tipo de mecanismo regulatorio en vigor,” opina Fisher.
Sin embargo, con la legislación en materia de energía estancada en Washington y con proyectos como el HB 2701 en Arizona, el cual podría suponer una mayor regulación para el sector de las renovables y permitiría recurrir a las compañías a la energía nuclear para cubrir el espacio reservado a las energías limpias, parece improbable que se pueda llegar a implantar un marco regulatorio a nivel nacional durante este año.
Nota del editor:
Después de que este artículo fuera publicado, la representante republicana Debbie Lesko anunció la retirada del proyecto de ley House Bill 2701.
El proyecto de ley HB 2701 fué propuesto para reemplazar el marco actual RES (Renewable Energy Standard) en Arizona, con una nueva legislación que permitiría a las compañías energéticas utilizar energía nuclear e hidroeléctrica para cumplir los objetivos RES, eliminar los requisitos de distribución de generación de RES y cualquier requerimiento provisional desde ahora hasta el 2025.
La medida planeaba otorgar a los legisladores la autoridad exclusiva a la hora de establecer la política a seguir en materia de energía renovable. También habría añadido la energía nuclear e hidroeléctrica a la lista de energías renovables que podrían utilizarse para alcanzar el objetivo global del 15% de energía generado por vía limpias.
Además, habría creado una situación en la que las compañías solares y energéticas tendrían que responder ante dos órganos de gobierno distintos.
Varias compañías incluyendo SolarCity, Kyocera Solar, Inc. y Suntech Power Holdings, advirtieron que, de haberse echo efectiva, la ley HB 2701 habría puesto en peligro a toda la industria de las renovables en Arizona.