Asia ha hecho pública una nueva forma de crear moléculas de agua. Para ello, hace uso de paneles solares como los que mostramos en la imagen de portada. Los paneles solares corresponden a una tecnología sostenible que crea energía limpia, la energía proveniente del Sol. No obstante, como sucede con otros dispositivos, tiene una vida útil predeterminada, que, según reporta la web de la empresa de energía solar Enesolar, es de más de 30 años. “El fabricante suele garantizar que los paneles solares van a funcionar a un 80% del rendimiento del mismo en el año 25”.
Reciclar paneles solares es posible: ahí entra la propuesta de Asia
Tras darse a conocer cuáles son los paneles solares más importantes del planeta, la atención del sector energético se posa sobre el reciclaje de estos dispositivos.
La composición de los paneles solares atesora materiales valiosos como vidrio, aluminio, silicio y discretas cantidades de metales preciosos, que pueden recuperarse y volver a utilizarse.
En este contexto, un grupo de investigadores surcoreanos ha revelado que es posible crear hidrógeno 100% puro a 50 ºC reciclando paneles solares que ya no se utilizan. La investigación tiene el sello del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Ulsan (UNIST). Ha conseguido lo que hasta hace poco parecía imposible.
Generar hidrógeno puro a partir de amoníaco (NH3) con el uso de silicio (Si) recuperado de paneles solares en desuso. Se trata de un proceso eficiente y limpio, que le otorga un nuevo valor a un residuo que no para de aumentar su presencia en el mundo.
Este tipo de tecnología no solo origina hidrógeno 100% puro sin necesidad de una separación adicional. También origina nitruro de silicio (Si3N4). Hablamos de un material sumamente demandado en el segmento de las baterías recargables.
La “magia” sucede en un sistema cerrado, sin emisiones y a una temperatura de 50ºC, muy por debajo de los procedimientos industriales que se llevan a cabo en la actualidad, donde las temperaturas oscilan entre los 400 y 600ºC.
Creación de energía limpia y correcta gestión de residuos: El objetivo de Asia
En la actualidad, los residuos de paneles solares suponen un reto creciente que tiene lugar mientras el despliegue de la energía fotovoltaica sigue su curso. La estimación, según reporta EcoInventos, es que para 2050 existirán más de 80 millones de toneladas de residuos.
Pero una gran parte del silicio utilizado en estos paneles solares aún puede recuperarse. Sin embargo, su reciclaje ha quedado limitado por barreras técnicas y económicas. Este nuevo sistema no solo recupera el silicio. También lo transforma en un agente activo del proceso de producción de hidrógeno.
Al reaccionar con el amoníaco en el interior del molino de bolas, el silicio activa la liberación del hidrógeno y se convierte en Si3N4, sin dejar gases nocivos ni subproductos contaminantes.
Cabe destacar que el único subproducto que deja el hidrógeno es agua, por lo que Asia aspiraría a la creación de “moléculas de agua” con esta propuesta. Que el silicio reciclado funcione tan bien como el comercial aniquila un obstáculo crucial en la economía circular del segmento solar.
El nitruro de silicio (Si3N4) creado durante el proceso no es solo un residuo. Se ha demostrado su utilidad directa en la elaboración de baterías de ion-litio.
Proyección de futuro del sistema de Asia
Pruebas recientes revelaron que las baterías que incorporaron este sistema conservaron más del 80% de su capacidad después de 1000 ciclos de carga y descarga.
Dicha estabilidad es crítica en aplicaciones como el almacenamiento estacionario o la movilidad eléctrica, donde se pretende extender la vida útil y disminuir la dependencia de materias primas críticas como el cobalto.
La innovación proveniente de Asia se encuentra perfectamente alineada con el momento actual, en el que la presión por descarbonizar se siente.
Si se consigue escalar el enfoque del equipo de la UNIST, podría dar lugar a un reciclaje masivo de paneles solares, una producción óptima y distribuida de hidrógeno y una importante disminución de costes. Queda claro que Asia tiene mejores planes para los paneles solares que la basura. Mientras se determina hasta qué punto llega esta tecnología, descubren nuevas células que podrían ser el futuro de la energía.














