La aparición e instauración del calentamiento global ha tenido como consecuencia cambios significativos en diversos ecosistemas. Sin embargo, aun con las modificaciones vislumbradas en las condiciones climáticas, hay ciertas prácticas que continúan su curso, pese al desenlace que podrían tener.
En este punto, tenemos que reparar obligatoriamente en la necesidad que tiene la humanidad actual de continuar explotando los recursos minerales. Estos existen desde tiempos inmemoriales y su importancia ha influido de manera directa en la evolución de la raza humana.
¿Por qué? Por su potencial como materia prima en un amplio catálogo de procesos industriales. Prácticamente podría decirse que no “sabemos vivir” sin minerales. Un gran número de productos que utilizamos en el diario vivir albergan algún componente de origen mineral.
El calentamiento global seguirá adelante si continuamos con la minería
El abastecimiento de estos recursos puede verse como algo óptimo para quienes no lo necesitan. No obstante, la extracción de dichos recursos puede llegar a convertirse en una actividad sumamente peligrosa para la Tierra, sobre todo por el daño ambiental que la extracción minera pudiera llegar a provocar, contemplando que las consecuencias podrían ser irreversibles.
El daño generado puede verse reflejado en el agua, el aire y la tierra. Una situación que se vuelve aún más peligrosa si la minería de extracción tiene que ver con las profundidades marinas. Por eso, el día en que Noruega permitió la minería marina en sus costas fue una instancia negra para el medioambiente.
Pagamos un precio muy alto por la industrialización, que fue dañar la atmósfera y poner el peligro el clima tal y como lo conocíamos. La contaminación fósil imparable ha derivado en un calentamiento global exacerbado.
Podríamos haber subsanado este error con la transición energética, pero entonces el ser humano volvió a cometer otro “error”. La transformación verde actual no solo implementa y desarrolla nuevas energías limpias. También otros avances que elevan su demanda: digitalización, electrificación e inteligencia artificial.
La minería puede hundirnos más de lo que creíamos, con el calentamiento global aún latente
Ante este escenario, el remedio que se está implementando puede afectar al subsuelo de mayor profundidad, que es el mar de minerales y materias primeras existente.
La extracción intensiva aumentará de cara al futuro cercano. Informes como el del Grupo Banco Mundial ponen de manifiesto que el solo desarrollo de energías renovables necesitó de 3000 millones de toneladas de minerales y metales para la creación de infraestructuras de producción energética solar, eólica y geotérmica, así como de sistemas de almacenamiento.
Disminuir la huella de carbono tendrá un alto precio bajo tierra, no sobre ella. La estimación, consigna El Independiente, es que la extracción de minerales y materias primeras sea un equivalente al 6% de lo que supone la generación de energías fósiles en emisiones de CO2.
Minería submarina, otro ápice del calentamiento global
Por otro lado, la extracción de minerales críticos en el fondo marino fomenta una nueva fiebre global que representa un peligro real para el ecosistema marino. Diversas compañías privadas han invertido miles de millones en la creación de tecnologías para extraer de minerales crítico del fondo marino.
La competencia internacional está latente, con China y Estados Unidos como los actores principales. Pero su popularidad no borra las devastadoras consecuencias de su práctica. La minería marina supone explotar y, en ocasiones, destruir el hábitat marino.
Muchos de los daños provocados por este tipo de minería son irreversibles y, con el tiempo, se ven reflejados en todo el mundo.
Las plantas ubicadas en el fondo del mar juegan un papel fundamental en la absorción del dióxido de carbono. Si se acaba con ellas, se libera una inmensa cantidad de dióxido de carbono almacenada en el fondo.
Así las cosas, se torna necesaria la realización de un mayor número de investigaciones para asegurar la explotación sostenible de minerales, alejando esta práctica lo máximo posible del calentamiento global. Si todavía querés saber más sobre este tema, acá te contamos la denuncia de Greenpeace sobre el peligro de la minería submarina.