La evolución eólica avanza sin medida y más ahora que han entrado en escena unas nuevas cosechadoras de viento. La Asociación Empresarial Eólica (AEE) ha evidenciado que la energía eólica fue la tecnología que más aportó al sistema energético de España en 2024. En el territorio nacional, la potencia eólica instalada subió a 1186 megavatios (MW), un número que duplica el registrado hace un año atrás (675 MW). Asimismo, permite que el país ostente una acumulación de 31 679 MW.
Un dato que se ha logrado gracias a la constitución de 27 parques eólicos nuevos con 240 aerogeneradores en 2024. En términos totales, existen 1416 parques eólicos con un registro de 22 486 aerogeneradores impuestos en el territorio español. “Un hito significativo para el sector energético”. Así lo dispuso la AEE. Por otra parte, la producción eólica permitió una baja en el precio de la electricidad un 24% del mercado diario.
En 2024, existió un ahorro bruto acumulado de 5047 millones de euros para los consumidores/as. Ya tiene presencia en todas las comunidades autónomas de España, exceptuando Madrid, Ceuta y Melilla. Alrededor de 47 provincias disponen de producción eólica y 20 originan más de 1TWh de electricidad cubriendo la demanda de 285 000 hogares españoles.
La evolución eólica sigue su curso: ahora más que nunca
Siguiendo esta línea, se supo que los españoles prefieren la energía eólica por delante de otras opciones renovables.
Y ahora la tendrán más presente que nunca con el surgimiento de una nueva turbina de eje H, que produce hasta un 20% más de energía a baja altura. Lleva la firma Wind Harvester, encargada del desarrollo de turbinas en H que aprovechan el viento turbulento.
Lo hacen sin extender terreno ni provocar daños en la fauna. La compañía tiene su origen en la década de 1970, momento en el que emergió junto a Bob Thomas, George Wagner y Sam Francis. El enfoque desde el principio fue mejorar la eficiencia del aprovechamiento del viento.
Han llevado tan lejos su visión que ahora somos testigos de una turbina de 70 kW, que representa una solución energética avanzada y versátil.
Ventajas de la evolución eólica: viene de la mano de turbinas verticales en H
El nuevo diseño de evolución eólica trae consigo importantes beneficios, como una altura máxima de 16,8 m. Dicha disposición acota el impacto visual y facilita su incorporación en zonas urbanas o protegidas.
Además, permite que las aves y murciélagos gocen de una mayor visibilidad, acotando la posibilidad de colisiones. Es posible implementar este mecanismo bajo de turbinas grandes sin ocasionar interferencias, doblando la generación energética sin una ocupación mayor de terreno.
Potencial del nuevo invento de evolución eólica
Con un diseño compacto, este invento permite la colocación de turbinas a menos de 1 m de distancia, consintiendo así una mayor densidad energética por área y subidas de entre 10 y 20% en producción al instalarlas conjuntamente.
Esta turbina es capaz de aprovechar de forma eficiente vientos de entre 4 y 7 m/s a alturas comprendidas de 4 a 20 metros. Cifras en las que las tecnologías actuales no resultan óptimas. La compañía ya está haciendo todo lo posible para conseguir la certificación internacional IEC 61400, elemento clave para su expansión global.
Este invento impulsor de la evolución eólica es especialmente útil en territorios insulares por su reducción de costes, bajo impacto visual y fortalecimiento de la independencia energética.
Sumado a esto, su construcción en acero y aluminio reciclables en un 99% asegura un impacto mínimo al culminar su vida útil, que puede ser de más de 70 años debido a su diseño robusto (el triple de las turbinas convencionales).
La evolución eólica parece tener “nombre y apellido”: Wind Harvester. Un dispositivo enfocado en la sostenibilidad que llega justo después de que la energía eólica batió todos los récords.