Toda España está pendiente de lo que está pasando con el mar. Un mito que llevaba vigente 200 años se ha confirmado. Los descubrimientos del fondo marino están dejando a los científicos con la boca abierta y todavía más a los aficionados. La energía solar y la eólica son las opciones más populares para producir energía.
No obstante, gracias al avance de la tecnología, en la actualidad están surgiendo nuevas formas de hacerlo que están tomando protagonismo, algunos de ellos con actividad en el mar. La energía marina tiene un gran potencial como fuente de energía limpia, renovable y abundante. Aprovecha las fuentes de energía recogidas en los océanos y mares.
El proyecto que veremos hoy no está centrado en generar energía, sino en garantizar la resistencia de las plataformas que se ubiquen en el mar. Esto será clave después para las estructuras eólicas offshore (pero no es de lo que vamos a hablar hoy).
El mito del mar se confirma en España
El mito que será confirmado en nuestro territorio tiene que ver con una afirmación acuñada en 1881. Entonces, el inventor francés Jacques Arsène d’Arsonval dijo que era posible la producción de electricidad con el calor del mar. Diseñó una turbina de vapor que gira sobre el agua tibia y ahora su primer prototipo ha comenzado a construirse en un astillero de Gran Canaria de la mano de Plotec, un consorcio paneuropeo.
Esta organización está construyendo en España un prototipo de una nueva tecnología a la que han llamado Conversión de Energía Térmica Oceánica (OTEC por sus siglas en inglés). Es un simulador por ordenador para controlar el efecto de las mareas sobre las plataformas oceánicas.
Se pronostica que el prototipo final esté listo este año y comiencen las pruebas en Canarias. Su trabajo se complementará con el de otro dispositivo de generación de energía que ya se está probando en el archipiélago español de ocho islas situado en el océano Atlántico. Este aparato es simular a otro de una plataforma flotante con paneles fotovoltaicos capaz de otorgar luz a 100 casas instalado en el Puerto de Tazacorte, en La Palma.
OTEC, la solución de energía que involucra al mar y se probará en España
Bajo estas circunstancias, OTEC se presenta ante el mundo como una nueva solución para preparar futuras estaciones de generación de energía sobre el mar (pero no es lo que la empresa está haciendo en la actualidad).
“Abordamos una visión en la que el futuro de las islas tropicales pasa por abastecerse de toda la electricidad, el agua y los alimentos que necesitan, y crear nuevas industrias para la exportación, como combustibles ecológicos alternativos y minerales críticos”, manifiesta Dan Grech, fundador de global OTEC, uno de los socios del proyecto en un comunicado.
¿Cómo serían los proyectos que se podrían colocar sobre el mar después (no ahora)? Un dispositivo flotante cuenta con una turbina como núcleo. Un elemento que necesita de movimiento para producir electricidad. Entre sus innovaciones hallamos la manera en la que se mueve. Para eso, la tecnología de energía renovable OTEC utiliza el agua de mar caliente de la superficie, de unos 26ºC, que ha sido calentada por los rayos del sol, para vaporizar un fluido de trabajo con un punto de ebullición bajo que genera un vapor que acciona a esta turbina y genera energía a través de un generador.
Pronóstico del aparato que crea energía a partir del mar
En sus simulaciones computaciones, Plotec utilizará datos de tormentas tropicales para asegurar que la estructura sea fuerte y resistente según las necesidades que registren las islas. “Nos propusimos diseñar una plataforma flotante rentable que pueda resistir una tormenta incluso de categoría 5”, explica Grech.
Por otra parte, Sam Johnston, ingeniero jefe de Global OTEC, comunica que el prototipo “brindará la oportunidad perfecta para probar las soluciones de casco cilíndrico y cardán en olas equivalentes a 20 metros y perfeccionar el procedimiento de conexión y desconexión en alta mar; para maximizar la vida útil y la disponibilidad de los activos incluso en regiones propensas a tormentas”.
En definitiva, España queda pendiente a lo que está pasando con el mar para verificar si el mito del que se habla desde hace 200 años se cumple.




















