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Allí están creando un nuevo futuro para Europa: Toneladas del combustible que necesita el mundo

Publicado el: 10 de octubre de 2025
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Europa
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Un nuevo futuro se está gestando para Europa. Llegan al mundo toneladas del combustible más necesario. La exacerbada dependencia global del petróleo ha encendido las alarmas desde múltiples frentes, derivando en preocupaciones ambientales, económicas y sociales. Producto de este temor a un avance incesante del cambio climático y el calentamiento global, diferentes empresas y naciones se han puesto en marcha para traer nuevas propuestas de combustible, más allá del petróleo. Hoy la máxima prioridad global es cuidar y proteger el entorno.

Un nuevo futuro está gestándose para Europa

Tras la aparición de una nueva forma de producir el combustible más buscado, Europa ha puesto en marcha un proyecto que podría significar el futuro para el continente. Ya se encuentra en funcionamiento el mayor electrolizador de óxido sólido del mundo (SOEC).

Este dispositivo de 2.6 MW produce hidrógeno en la refinería de Nester. Realiza su labor a hasta 850ºC, originando más de 60 kg de hidrógeno verde por hora. Debido a sus características, puede catalogarse como el electrolizador de óxido sólido multi-megavatio de mayores dimensiones en un entorno industrial.

El proyecto piloto MultiPLHY, encargado de la investigación de nuevas maneras de descarbonizar la industria pesada, ha alcanzado un importante hito. El consorcio encabezado por Neste, Sunfire, CEA y ENGIE ha dado inicio al SOEC con éxito, en la refinería de Neste en Róterdam.

Se trata de un avance significativo en la transición hacia el hidrógeno renovable. Una opción con potencial para reemplazar al hidrógeno de origen fósil en procedimientos industriales. Históricamente, el uso de hidrógeno en refinerías ha sido uno de los puntos ciegos en el combate contra el cambio climático.

Hoy, la gran parte del hidrógeno de industrial se desarrolla recurriendo al proceso de reformado de gas natural. Corresponde a un proceso intensivo en carbono.

Por este motivo, sustituir ese hidrógeno por uno generado con electricidad renovable supone una de las acciones más directas y efectivas para disminuir las emisiones en sectores complejos de electrificar.

Europa se acerca a su ideal: una industria limpia que utiliza hidrógeno

El proyecto MultiPLHY está comprobando que este reemplazo es viable a nivel técnico, aunque también es efectivo a gran escala.

Respecto al electrolizador SOEC de 2,6 megavatios, este realiza su función a 850 ºC. Una tecnología que transforma el calor en un aliado, puesto que aprovecha el calor residual del proceso para disminuir el consumo eléctrico.

De esta manera, asciende la eficiencia energética hasta el 84% en cuanto a poder calorífico inferior. La iniciativa de SOEC no es algo aleatorio. Es una tecnología prometedora en el campo de la electrólisis, con el sello de la empresa alemana Sunfire.

Se diferencia ampliamente de otras tecnologías como la alcalina o la PEM, puesto que su funcionamiento se produce a una temperatura alta. Circunstancias que acota las pérdidas de energía durante el proceso y permite una mejor integración del sistema en instalaciones industriales que ya producen calor.

Proyección de futuro de esta tecnología en Europa

Este electrolizador se compone de 12 módulos de electrólisis. Son capaces de originar más de 60 kilogramos de hidrógeno renovable por hora.

La elección de esta tecnología tiene que ver con una perspectiva estratégica: el uso de recursos energéticos de manera más eficiente y adaptable a la infraestructura térmica existente en refinerías y plantas químicas.

Desarrollos como este afianzan la autonomía tecnológica de Europa. Los resultados preliminares validaron su rendimiento y brindaron una hoja de ruta clara para futuras aplicaciones en otros ámbitos como el acero, el cemento o la aviación.

Territorios como Alemania, Francia y Países Bajos ya están impulsando marcos normativos y fondos específicos para proyectos de esta categoría. Todo esto con la meta de llegar a una producción de hidrógeno renovables de un mínimo de 10 millones de toneladas para 2030, como sugiere el Plan REPowerEU.

Allí están creando un nuevo futuro para Europa. Toneladas del combustible que necesita un mundo marcado por un contexto geopolítico volátil y de transición energética acelerada. En paralelo, España podría darle la puñada final al petróleo. Su estrategia pasa por el uso de oleoductos para transportar el combustible del futuro.