El mayor cambio de los mares ya se está produciendo, en gran parte gracias a unas extrañas embarcaciones. Los océanos siempre han tenido un halo de misterio que los han convertido en espacios atrayentes para el ser humano. Sobre ellos se han contado miles de historias sobre sirenas, guerras o dioses del mar. Sin embargo, en plena transición energética, el mundo está empezando a verlos con otros ojos. Con ojos de respeto, expectativa y sobre todo potencial.
Una gigantesca embarcación propicia el mayor cambio de los mares del mundo
Tras la instalación que hizo Japón de turbinas gigantes en el mar, el foco del sector energético está posicionado sobre una gigantesca embarcación. Tiene capacidad suficiente para instalar aerogeneradores offshore de hasta 20 000 000 W que trabajan en profundidades marinas de 80 m.
Recientemente, el puerto de Las Palmas de Gran Canaria ha sido testigo directo del arribo del Bo Qiang 3060. Se trata de una plataforma autoelevable china de última generación creada exclusivamente para instalar aerogeneradores marinos en contexto difíciles y muy profundos.
Sus capacidades técnicas y escala operativa la ubican como un agente clave en la expansión internacional del offshore. La plataforma autoelevable dispone de patas disputas para penetrar o apoyarse sobre el lecho marino y levantar toda la cubierta del mar.
Logra hacer esto a través de un sistema hidráulico o mecánico de elevación. De esta manera, la estructura permanece firme y estable, como si estuviera fija, descartando el efecto del oleaje y el movimiento de las olas en cubierta.
Si hablamos de la instalación de aerogeneradores offshore de última generación (con potencias de entre 15-20 MW y con componentes pesados y de grandes dimensiones), las plataformas autoelevables son una opción óptima.
Hacen posible un levantamiento con precisión y seguridad en los elementos estructurales a alturas significativas a varios metros sobre la superficie del mar. Con este elemento, el montaje se convierte en algo fácil incluso en aguas profundas (a veces superiores a 80 m).
Los mares cambian con el uso de esta plataforma: Aprovecharlos nunca fue tan fácil
Todo esto sin necesidad de una dependencia completa a las olas. Así se mejora la eficiencia en las operaciones y se acotan los posibles riesgos humanos y materiales. La adecuada capacidad logística y diseño estructural robusto son otros aspectos para destacar de estas plataformas.
Tienen una cubierta horizontal impecable para soportar enormes pesos, grúas potentes capaces de llevar cargas de cientos o miles de toneladas. Asimismo, soportan sistemas de posicionamiento dinámico (DP) para conservar su ubicación antes de elevarse, además de equipos de elevación de patas.
Estos últimos resisten ante fuerzas hidrodinámicas, climáticas y hasta oleaje amplio. Para el uso de este tipo de plataformas es necesario que estas se adhieran a los más estrictos estándares de seguridad y regulaciones.
¿Cómo es la embarcación que ha llegado a Canarias?
Concretamente, la embarcación de mares que ha llegado a Canarias (Bo Qiang 3060) tiene una eslora de 133 metros y una manga que oscila entre los 50 y los 53 metros. Reporta una capacidad de carga de 11 000 toneladas de materiales.
Ostenta grúas y patas. 4 patas de acero de 120 metros de largo (que pueden estirarse hasta los 136 metros). 2 grúas: 1 de hasta 295 toneladas y otra de 49 toneladas, aptas para llevar elementos pesados. Es una plataforma preparada para el transporte por los mares y la instalación de hasta 20 MW.
Ciñéndonos a las turbinas menores, su cubierta de 4800 m2 permite cargar, por ejemplo, 8 de 8 MW, 4 de 12 MW o 3 de 16 MW. Existen otras plataformas de este tipo, como el Wind Peak, un buque capaz de transportar 7 aerogeneradores de 15 MW o 5 de más de 20 MW en una sola carga.
El mayor cambio en los mares del mundo ya tiene lugar y gran parte de él se debe a embarcaciones como estas. Mientras estas plataformas ganan peso, se ha descubierto el inesperado efecto de las turbinas eólicas marinas.