¿Cómo convertirse en un oyente activo? Para ser un oyente activo se necesita concentración y determinación. Los viejos hábitos son difíciles de romper y si tu capacidad de escucha no está desarrollada, tienes mucho por aprender. Pero no te desanimes, es posible conseguirlo. Para ello siempre debes usar un tono de voz normal o bajo. Nunca lo eleves. Si la otra persona grita, deberá dejar de hacerlo para oírte.
La utilidad de convertirse en un oyente activo
Escucha con deliberada atención y trata de captar lo que verdaderamente están intentando transmitirte quienes te hablan. Deja de lado todo lo que no sea captar el mensaje. Asegúrate de estar entendiendo lo que te dicen con preguntas, reflexiones y parafraseo. Y concéntrate en ser parte activa, pero no abusiva de la conversación.
Ten la seguridad de que en cuanto logres ser un oyente activo, comprenderás plenamente que no es lo mismo oír que escuchar. Esta será una herramienta de gran utilidad que te convertirá en un mejor comunicador. Y ello seguramente redundará en tu productividad y en la potenciación y mejora de tus relaciones personales.
Técnicas fundamentales
¿Cómo convertirse en un oyente activo? Hay cinco técnicas clave que deben ponerse en práctica para conseguir una escucha activa. Todas ellas ayudan a entender de manera efectiva a la otra persona. Y además son vitales para que la otra persona sienta que están oyendo lo que dice.
Para poder captar realmente el mensaje que estamos recibiendo es básico prestarle a nuestro interlocutor toda nuestra atención. Además, debemos tener cuenta que la comunicación no verbal también es una forma de expresión. Y que muchas veces los gestos y las posturas dicen más de lo que oímos.
Por eso:
- Mira a tu interlocutor directamente a los ojos.
- Concéntrate como lo harías con los entretenimientos online.
- No prepares mentalmente una refutación.
- Evita distraerte con otros pensamientos y/o con factores externos (ruidos, conversaciones paralelas, etc.).
- Presta la máxima atención al lenguaje corporal del hablante.
¿Cómo demostrar que estamos escuchando?
Para que haya una comunicación real tienes que utilizar tu propio lenguaje corporal, además de las palabras. Con ello conseguirás transmitirle a tu interlocutor que estás interesado en lo que dice. Y realmente te ayudará a entender el mensaje.
Para conseguirlo, asiente ocasionalmente. Sonríe y emplea expresiones faciales y gestos positivos. Cuida tu postura y asegúrate de que tu actitud es abierta y acogedora. Y fomenta la continuidad de la conversación.
Comentarios y resúmenes
Nuestros filtros personales, suposiciones, juicios y creencias pueden distorsionar lo que oímos. Como oyente, tu papel es entender lo que te están intentando transmitir. Esto puede requerir una reflexión acerca de lo que se dice. Por lo que es conveniente ser participativo, pero de manera asertiva.
Para ello puedes reflexionar acerca de lo que se ha dicho, parafraseando lo que has entendido. Usa expresiones como: ‘Comprendo que’. O ‘Me parece que lo que quieres decir es…’. También resulta muy útil y estimulante para el interlocutor, que tú hagas preguntas concretas, que le permitan aclarar ciertos puntos.
Es fundamental que no te quedes con dudas porque estas pueden llevarte a una mala interpretación de los dichos. No temas preguntar o indagar, pues de eso dependerá que comprendas el mensaje correcta y cabalmente. Si sientes que hay alusiones personales y eso te afecta, pregúntalo directamente. La clave es hacerlo con educación y sin alterarse.
Aplaza los Juicios
Interrumpir a tu interlocutor en medio de un planteo es una pérdida de tiempo. Eso le resultará frustrante, pero también limitará tu plena comprensión del mensaje. Así que deja que quien está hablando termine de exponer cada punto antes de hacer preguntas. Y no lo interrumpas con argumentos contrarios. Si lo necesitas y puedes, toma nota de tus dudas. Y plantéalas cuando sea tu turno de hablar
Responde apropiadamente
La escucha activa es un modelo basado en el respeto y la comprensión. Por esa razón es la que te permitirá obtener información de calidad y mejorar tu perspectiva. Por tanto, es viral que seas sincero, abierto y honesto en tus respuestas. Y al mismo tiempo, haz valer sus opiniones, pero siempre desde la tolerancia y el respeto. En definitiva, el secreto está en tratar a la otra persona con la misma consideración que tú quieres para ti.