La Universidad de Almería participó en el monitoreo de contaminación de la Gran Barrera de Coral

Publicado el: 5 de septiembre de 2017 a las 10:41
Síguenos
La Universidad de Almería participó en el monitoreo de contaminación de la Gran Barrera de Coral

“Se ha utilizado un método de cribado de espectrometría de masas no específico, para detectar contaminantes en tortugas marinas verdes de la región costera de la Gran Barrera de Coral, comparándolas con tortugas de zonas no contaminadas, utilizando un protocolo de control.”

Biomonitoreo comparativo

Las especies marinas de todo el mundo corren el riesgo de que, las sustancias químicas artificiales presentes en las aguas las afecten seriamente. Los científicos están espantados ante la realidad de que, algunas de ellas, se están empleando como indicadores de la salud marina.



La tortuga verde es un buen candidato para realizar un biomonitoreo de la contaminación marina, porque está cerca de la base de la cadena alimenticia, así que no acumulará productos químicos comiendo otras criaturas. Además, tiene una vida larga y tiende a permanecer en un lugar determinado, cerca de la tierra, por lo que tendrá un contacto directo con los contaminantes que entran en el mar.

 



Amy Heffernan y un equipo de investigadores de la Universidad de Queensland, Brisbane, la Universidad de Melbourne, el Departamento de Medio Ambiente y Protección del Patrimonio, el Fondo Mundial para la Naturaleza de Australia y la Universidad de Almería, España, decidieron estudiar estas tortugas, para ver si podían actuar como agentes de monitoreo.

Las técnicas de espejo utilizadas por el equipo de investigación, compararon la carga contaminante de tortugas recolectadas de un lugar remoto y prístino, con las de dos áreas que se sabía afectadas por las actividades urbanas, industriales y agrícolas.

 

Pruebas de sangre en tortugas

Se recogieron tortugas presumiblemente sanas de las norteñas islas de Howick y se compararon con las de la bahía de Cleveland que es una región urbana e industrial y las de la bahía de Upstart, afectada por la agricultura y la minería, donde desemboca el río Burdekin, uno de los más contaminados del continente.

Se les sacó sangre a las tortugas de cada lugar y se sometió a un procedimiento de búsqueda de un total de 26 compuestos, entre derivados de los pesticidas y trazas de productos farmacéuticos y de cuidado personal.

 

El equipo de investigación hizo todo lo posible para eliminar los compuestos interferentes, al analizar también los espacios en blanco de los campos y procedimientos. De este modo, se identificó el DEET, un insecticida y varios parabenos (procedentes de protectores solares) como contaminantes.

 

Cóctel de contaminantes

En las tortugas de Upstart Bay, se halló sulfato de bencenitriol, un biomarcador de la exposición, que es probablemente un metabolito del benceno producido en el hígado por la acción de los radicales de hidroxilo. Los productos de peroxidación lipídica de ácidos grasos que se encontraron, fueron designados como biomarcadores de efecto.

Otros compuestos que se identificaron fueron: el de una fragancia (traseolida o galaxolida), ácido 3-indolpropanoico, que tiene propiedades neuroprotectoras contra la peroxidación lipídica y el estrés oxidativo, ácido vanililmandélico, un metabolito de las hormonas del estrés, epinefrina y norepinefrina y Ecklonialactone A, una oxilipina de algas marrones, que se encontró en la sangre y está relacionada con la dieta de tortugas.

 

En Cleveland Bay, encontraron en la sangre de las tortugas, una serie de productos químicos industriales comunes como isoquinolina y ácidos sulfónicos, un metabolito del plaguicida etiofencarbo y docosanamida y oleamida que podrían ser un resultado de la contaminación o podrían ser compuestos endógenos. También se detectó un compuesto polibrominado que no pudo identificarse.

Los hallazgos se correlacionaron con los niveles recientemente reportados de contaminación por metales, particularmente cobalto y los marcadores clínicos tales como bilirrubina y fosfatasa alcalina, proporcionan más pruebas de estrés oxidativo y peroxidación de lípidos.

 

REDACCION/ECOTICIAS.COM

Deja un comentario