“Si las emisiones de los gases de efecto invernadero globales no se frenan, el aumento de las temperaturas conducirá a un mayor uso de acondicionadores de aire en el verano y a menos necesidad de calentadores en el invierno, para la mayoría de los países de Europa.”
De invierno a verano
Los sistemas de energía han sido tradicionalmente diseñados en torno a la capacidad de satisfacer la demanda diaria, según la época del año. Si este patrón varía como resultado del Cambio Climático, tendrá impactos significativos en la planificación de la red, dice el estudio, publicado recientemente en los Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias.
Los cambios en la demanda máxima serán parte de un cambio más amplio en los patrones de consumo de electricidad en toda Europa, a medida que aumentan las temperaturas y la demanda se traslada de los países del norte más fríos, a los cada vez más cálidos del sur.

El estudio en 35 países de toda Europa examinó el impacto del Calentamiento Global, en los sistemas eléctricos actuales. Se analizaron tres trayectorias diferentes de concentración de gases de efecto invernadero, según diferentes escenarios.
Sólo cinco de estos países actualmente ven el día de máxima demanda del año en verano. La mayoría requieren más electricidad en los fríos y oscuros meses de invierno, para mantener sus casas calientes y acogedoras.

Si las emisiones no se frenan, el estudio prevé que, la demanda máxima de electricidad se producirá durante el verano, en 24 de los 35 países estudiados, a finales de este siglo, ya que el uso del aire acondicionado se elevará, para compensar las crecientes temperaturas.

Graves cambios en el sur
Estos cambios estacionales en la demanda máxima forman parte de un panorama más amplio, en el que las redes eléctricas europeas también podrían ver cambios geográficos marcados, dado que la previsión es, que las temperaturas sigan aumentando, a lo largo de este siglo.
El Cambio Climático hará que el consumo de electricidad en los países de Europa meridional y occidental, como España y Portugal, aumente de manera significativa, según los autores, con un disparo de su pico medio diario.

Sin embargo, este aumento de la demanda en el sur de Europa se equilibrará, con una caída de la demanda en países del norte de Europa como Suecia y Noruega, ya que los inviernos más cálidos requieren menos electricidad, para la calefacción.
Esto significa que el impacto global del cambio climático en la demanda combinada de electricidad de los 35 países objeto del estudio, será neutral. Pero todavía habrá consecuencias importantes para las redes eléctricas, puesto que podría afectar, por ejemplo, la costosa capacidad de generación de picos y la infraestructura de transmisión.

Según las conclusiones del estudio, es importante tener en cuenta, que muchos de los países escandinavos que se espera vean una caída en la demanda, tienen una mayor proporción de fuentes de energía renovables, en su mezcla de electricidad que los países del sur, donde la demanda aumentará. Este cambio podría, por lo tanto, afectar también los esfuerzos de mitigación del Cambio Climático del continente.

















