Los científicos tenían información sobre la ubicación del cinturón tropical que se remonta a alrededor de 1930, cuando comenzó el registro instrumental fiable.
Científicos han rastreado los cambios del extremo norte de los trópicos desde hace 800 años, y han constatado que también se extendieron y contrajeron antes de la era industrial.
Antes, los científicos tenían información sobre la ubicación del cinturón tropical que se remonta a alrededor de 1930, cuando comenzó el registro instrumental fiable. En un mapa estándar, el cinturón tropical abarca aproximadamente 30 grados de latitud norte a 30 grados de latitud sur, pero la nueva investigación revela que desde el año 1203 hasta el año 2003, el extremo norte de los trópicos fluctuó hasta 4 grados al norte y al sur del paralelo 30 norte.
«El movimiento del límite de los trópicos se asocia con cambios en los regímenes de precipitación», explica la directora del equipo de investigación, Raquel Alfaro Sánchez, que trabajó en el estudio mientras era investigadora postdoctoral en el Laboratorio de Investigación de Anillos de Árboles de la Universidad de Arizona (UA), en Estados Unidos.
Entre 1568 y 1634, los trópicos se expandieron hacia el norte, según encontró el equipo. Ese periodo de tiempo coincide con graves sequías y otras perturbaciones de las sociedades humanas, incluida la caída del imperio otomano en Turquía, el final de la dinastía Ming en China y el casi abandono de la colonia Jamestown en Virginia, señala Alfaro Sánchez, actualmente investigadora postdoctoral en el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales de Barcelona.
La coautora Valerie Trouet subraya que sus resultados sugieren que «el cambio climático fue uno de los factores que contribuyeron a esas interrupciones sociales». Para rastrear el límite norte del cinturón tropical de la Tierra desde 1203 hasta 2003, el equipo usó los anillos anuales de árboles de cinco lugares diferentes en todo el hemisferio norte. Los investigadores pueden calcular los años de precipitación anual en el pasado porque cada anillo de crecimiento anual de un árbol refleja el clima de ese año.
Tener una historia de 800 años también permitió a los investigadores relacionar eventos raros como enormes erupciones volcánicas con cambios subsecuentes en el clima, apunta en un comunicado Trouet, profesora asociada de Dendrocronología de la UA. Las erupciones volcánicas masivas enfrían la Tierra debido a todas las partículas finas y los aerosoles lanzados a la atmósfera.
La erupción de Tambora de 1815 en la Indonesia actual causó tal enfriamiento en todo el mundo que el año 1816 se conoció en Europa como «el año sin verano», escribe el equipo. «Podemos ver la contracción de los trópicos después de las erupciones volcánicas como Tambora», afirma Trouet, quien considera que aprender cómo los aerosoles afectan al clima es importante porque algunos investigadores han propuesto enviar esas partículas a la atmósfera como una solución de geoingeniería para el calentamiento global.
El documento de investigación del equipo se publica en la edición digital de este lunes de ‘Nature Geoscience’. Otros investigadores han documentado que los trópicos se han expandido hacia el norte desde la década de 1970, dice Alfaro Sánchez. Debido a que los modelos informáticos de los modelos climáticos actuales y futuros también muestran la expansión del cinturón tropical, pero no tanto como lo que realmente está ocurriendo, los autores querían desarrollar una historia más larga del movimiento de la zona tropical, añade Trouet.
Sequías, vinculadas a periodos persistentes de expansión tropical
Los investigadores usan anillos de los árboles para reconstruir el clima pasado y los cambios climáticos en muchos lugares del mundo. Esas reconstrucciones climáticas se extienden cientos de años en el pasado. Para rastrear movimientos de cinturones tropicales pasados, Alfaro Sánchez y sus colegas utilizaron cronologías de anillos de árboles existentes de cinco lugares: Arkansas, el oeste americano, la meseta tibetana, Turquía y el norte de Pakistán.
Para discernir cómo los registros de los anillos de los árboles reflejan cambios en el cinturón tropical, el equipo examinó los anillos de los árboles de 1930 a 2003 y comparó el archivo natural de clima de los árboles con los registros instrumentales de cambios en el cinturón tropical. Los científicos se centraron en los cambios registrados en las células de Hadley, las enormes células convectivas atmosféricas que circundan el globo en los trópicos. Trouet apunta que las células de Hadley son un importante impulsor de la circulación atmosférica.
Sabiendo cómo los cambios en las células de Hadley se correlacionaban con los cambios en los anillos de los árboles, el equipo usó varias cronologías de anillos de árboles para ver cómo los trópicos se expandían y contraían hasta hace 800 años. «Esta Es la primera reconstrucción que se remonta a tiempos preindustriales –destaca Trouet–. Para saber cuál es la variabilidad climática natural, debemos retroceder en el tiempo más que en los últimos 150 años».
Alfaro Sánchez y sus colegas encontraron que el cinturón del clima tropical se ha expandido y contraído por sí solo mucho antes de los tiempos industriales. La variabilidad interna en el sistema climático de la Tierra afecta al movimiento de los trópicos, señala Trouet.
La expansión actual del cinturón tropical desde la década de 1970 se debe en parte al aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera, informan otros investigadores. La expansión actual de los trópicos puede tener importantes impactos sociales, porque el equipo descubrió que las sequías pasadas se asociaron con periodos persistentes de expansión tropical, concluye Alfaro Sánchez.