Sin embargo, el Gobierno también considera imprescindible actuar a corto plazo en el reforzamiento del frente litoral del Delta y en la adopción de acciones para hacer frente a las situaciones de emergencia. En este sentido, insta al Estado a adoptar las medidas de emergencia oportunas para reforzar el frente litoral. También que apruebe el Plan de protección del Delta del Ebro con la participación de la Generalitat y de la Mesa de Consenso por el Delta. Este es el documento que debe contener las medidas estructurales necesarias para evitar su regresión.
Finalmente, le pide que incorpore en el Plan hidrológico del Ebro para el período 2021-2027 las garantías para mantener el caudal adecuado del río en su desembocadura y las medidas adecuadas para la movilización de los sedimentos.
Sedimentos y cambio climático
Los cerca de 190 embalses construidos en la cuenca del Ebro, entre los que destacan los de Flix, Ribarroja y Mequinenza, han influido en la retención de los sedimentos de los que se nutre el Delta. Se estima que llegan menos del 10% de los sedimentos que llegarían sin los embalses del tramo bajo. El cambio climático es otro factor a tener en cuenta. Comporta un incremento del nivel del mar y genera el fenómeno de subsidencia (hundimiento).
Las acciones para luchar contra la regresión del Delta se deben llevar a cabo en su mayor parte en la zona de dominio público marítimo terrestre, donde el Estado tiene las principales competencias. También la regulación de caudales del Ebro y la capacidad de acordar la movilización de los sedimentos depende del Estado.
Fuente: Gencat