El 22 de marzo, como cada año desde 1993, se celebra el Día Mundial del Agua 2024, una herramienta para concienciar a la ciudadanía sobre este bien preciado y reflexionar sobre el empeoramiento de la calidad de las aguas.
El agua limpia es fundamental para la naturaleza, la sociedad y el bienestar humano. A pesar de algunos progresos realizados en los últimos años, la contaminación del agua sigue siendo uno de los retos más importantes que tiene que afrontar el Estado español.
Un estudio realizado por el Centro Helmholtz de Investigación Medioambiental ha detectado más de 500 sustancias químicas nocivas en los cursos de toda Europa, y el 41% de las muestras analizadas contenían entre 51 y 100 sustancias químicas diferentes.
A falta de un análisis en detalle del grado de contaminación química de las aguas superficiales y subterráneas de España, el reciente informe ‘Contaminación por nitratos: Impacto en el medio ambiente y el agua de consumo humano’, elaborado por Ecologistas en Acción, advierte del elevado riesgo al que se encuentran sujetos los cauces y aguas subterráneas y el impacto que esta contaminación tuvo en 2022 en el bienestar y el derecho al agua en más de 200.000 personas.
Las cifras hablan por sí solas: el 11% de las aguas superficiales están contaminadas por nitratos con concentraciones superiores a la norma de calidad ambiental. En el caso de las aguas subterráneas, el porcentaje asciende al 37%. Pero estos números son incapaces de poner rostro a las personas que habitan alguno de los 171 municipios en los que se detectó en 2022 valores de nitratos iguales o superiores a los 50 mg/l permitidos por la normativa europea y española.
Empeoramiento de la calidad de las aguas
De igual forma, es muy complicado cuantificar el trastorno que sufren desde hace más de 400 días los ciudadanos y ciudadanas de Humilladero en Huelva por no poder usar el agua de los grifos de sus viviendas, locales y empresas para poder beber o cocinar por estar contaminada con nitratos.
Por ello, se exige a los gobiernos locales, autonómicos y central, y a cualquier otro que competa, que trabajen de manera firme y decidida para eliminar la contaminación por nitratos y por otras tantas centenas de sustancias químicas que deterioran uno de los bienes más preciados: el agua.
La senda que describen las cifras mencionadas conduce hacia la destrucción ambiental, en este caso de las aguas superficiales y subterráneas, lo que también afecta directamente a la salud y calidad de vida de las personas.
Si los damnificados por este daño se cuentan en cientos de miles, es muy probable que los causantes y beneficiados de la contaminación sean muchos menos, ya que ni siquiera se les hace responsables de los gastos derivados de la mejora de la potabilización a causa de lo que ensucian.
Reclaman menos palabras y más hechos para que el Día Mundial del Agua 2024 sea lo que siempre tuvo que ser, una jornada de disfrute en un entorno sano. Un día para brindar con agua de grifo de calidad por los ríos y acuíferos.
