Víllora, San Martín de Boniches y Villar del Humo se organizan en ‘asociaciones forestales’ para prevenir incendios

Publicado el: 3 de septiembre de 2025 a las 11:16
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Víllora, San Martín Boniches Villar del Humo organizan asociaciones forestales prevenir incendios

Uno de los principales desafíos en la gestión forestal es el abandono de tierras. Muchos propietarios carecen de medios técnicos o económicos para mantener sus parcelas en condiciones óptimas. Esto provoca acumulación de matorrales y biomasa, que actúan como combustible en caso de incendio.

Aquí aparecen las asociaciones forestales, como las que se están implementando en la provincia de Cuenca, que permiten compartir esfuerzos y recursos, organizando trabajos de desbroce, podas, apertura de cortafuegos y planes de reforestación de forma más efectiva que si se actúa de manera individual. Una alternativa eficaz y sostenible en la prevención de incendios, un problema que cada año afecta a miles de hectáreas de bosques.



Asociaciones forestales: una alternativa en la prevención de incendios

Según el Estudio de la Propiedad Forestal de la provincia de Cuenca realizado en 2022, en municipios como Henarejos (con 9.862 ha de monte en propiedad privada), Villar del Humo (9.477 ha), Paracuellos (6.714 ha), Víllora (6.051 ha) o San Martín de Boniches (4.793 ha), existe una superficie de monte privado potencialmente agrupable en asociaciones de propietarios. Estas hectáreas corresponden a la suma de parcelas privadas menores de 100 ha que actualmente no se encuentran bajo ningún Instrumento de Gestión Forestal Sostenible (IGFS).

En este contexto, surge como oportunidad promover modelos de gestión forestal conjunta que permitan aprovechar el potencial de estos territorios y dar respuesta a los retos comunes en materia de prevención. Con tal motivo se realizaron unas jornadas en las que se abordó la importancia de la gestión forestal activa, los beneficios de organizarse en asociaciones y se compartieron experiencias de éxito en otros territorios.



El siguiente paso ya está en marcha: las juntas directivas provisionales de cada asociación están trabajando para su formalización, con el objetivo de crear estructuras estables que permitan pasar de la gestión individual y fragmentada a un modelo común y más eficaz. Se trataría de crear asociaciones forestales con capacidad de tomar decisiones.

En la provincia de Cuenca, la mayor parte del monte privado está formada por pequeñas parcelas sin gestión activa. Esto dificulta la prevención de incendios y el aprovechamiento de los recursos. La organización en asociaciones permitirá coordinar labores preventivas y mejorar la respuesta ante incendios, acceder a ayudas y apoyos técnicos más fácilmente, incrementar la rentabilidad del monte y reforzar el arraigo poblacional mediante empleo vinculado al territorio.

«Un monte gestionado en común produce más vida y riqueza, pero también es la mejor garantía contra los grandes incendios que amenazan cada verano nuestros pueblos», señala el cofundador de Dendron, Héctor Abarca.

Se puede sumar todo el que quiera

Aunque el éxito inicial se ha materializado en tres pueblos, Henarejos y Paracuellos también participaron en las formaciones y podrían sumarse próximamente. La experiencia demuestra que la formación, el acompañamiento técnico y la unión de los propietarios son los ingredientes esenciales para que el modelo se expanda.

Esta iniciativa en Cuenca forma parte de un esfuerzo más amplio de RECONECTA, que trabaja para recuperar y reactivar la gestión de montes abandonados o infrautilizados. A través de la identificación de propietarios, la creación de juntas gestoras y el apoyo a proyectos forestales sostenibles, RECONECTA busca devolver la vida a los bosques, generar oportunidades económicas en el medio rural y promover un modelo sostenible de explotación forestal.

Además de los avances en Cuenca, el proyecto ya ha comenzado a dar resultados en otros territorios: en Teruel, se ha firmado la constitución de la asociación de propietarios en Fuentes de Rubielos, mientras que en Arens de Lledó el proceso de creación está en marcha. En Soria, varios procesos también están avanzados, a la espera de formalización definitiva. Con estas iniciativas, la gestión colectiva de los montes se consolida como un modelo replicable a nivel regional y nacional, combinando prevención de incendios, biodiversidad y desarrollo rural.

En definitiva, las asociaciones forestales constituyen una herramienta clave para enfrentar la creciente amenaza de los incendios en un contexto de cambio climático. Su enfoque colaborativo y sostenible demuestra que la gestión colectiva del monte es una vía prometedora. Recordemos que la superficie de monte privado en España ronda los 20 millones de hectáreas, representando más del 70% de la superficie forestal total del país. ECOticias.com