China se ha impuesto en Europa con un importante proyecto. En este punto, conviene recalcar el auge de las marcas asiáticas en el mercado de los coches eléctricos. El mundo automotriz está sumido en una profunda transformación, evolución y revolución. Con unos precios prácticamente imbatibles y tecnología puntera, la nación oriental se ha ubicado como la líder indiscutible del mercado de vehículos eléctricos e híbridos enchufables.
Consciente del avance exacerbado de China, la Unión Europea instauró hace un tiempo atrás aranceles a la importación de coches eléctricos. Aunque la medida sosegó ligeramente las ventas de China en algunos mercados, el crecimiento general de sus piezas continúa sólido. La clave del éxito asiático radica en varias pautas.
Una de las más influyentes fue su temprana adopción de los coches eléctricos y el desarrollo de la tecnología vinculada con este mercado. Cuando los fabricantes de Europa y Norteamérica todavía trataban de apurar los motores de combustión interna, China se adelantó e invirtió en investigaciones y producciones de coches eléctricos e híbridos enchufables.
Este enfoque a largo plazo permitió que las firmas de China fueran acumulando experiencia que hoy les da ventaja frente a sus competidores. Un informe de Rho Motion evidenció que las compañías de China ejercen el control sobre el 76% del mercado global de vehículos híbridos enchufables y completamente eléctricos. Su nivel de influencia cambia según el país en el continente europeo. Si nos ceñimos al mercado español, los fabricantes de esta nación asiática reportaron el 10% de la cuota de ventas totales durante 2024.
China apuesta por Europa para implementar su red de carga ultrarrápida
El coche eléctrico disponible por menos de 12 000 causa furor. Sin embargo, presenta los mismos inconvenientes que muchos otros vehículos electrificados: la falta de infraestructura para cargarlos.
Un problema que está a punto de encontrar solución de la mano de la china BYD, que planea conquistar Europa con su red de carga ultrarrápida. Ofrece la carga de 400 kilómetros en 5 minutos. El plan es exportar una nueva red de carga ultrarrápida en el continente europeo, con hasta 1000 kW de potencia.
Meses atrás, BYD presentó sus nuevos puntos de carga ultrarrápida. Se tratan de estaciones que permiten cargas a 1000 kW de potencia máxima. Implementando el máximo rendimiento, las nuevas estaciones de BYD albergan la capacidad de recuperar 2 kilómetros de autonomía por segundo.
Dicho de otro modo, proporcionan 400 kilómetros de alcance con solo 5 minutos de conexión. BYD pretende dar de qué hablar en todos los segmentos de la movilidad eléctrica, que implan desde el coche eléctrico hasta su carga.
China busca acabar con uno de los problemas más graves del coche eléctrico
Son escasos los puntos europeos capaces de llegar a 1 MW de potencia. Los primeros quedaron instaurados en camiones eléctricos. Por su parte, BYD hará lo propio con turismos. En este contexto, mejorar la red de carga representa acabar con uno de los grandes impedimentos de la expansión masiva del coche eléctrico.
Esta red de puntos de carga será desplegada utilizando cargadores ubicados en la vía pública, pero también recurriendo a concesionarios de la firma china.
No obstante, sacar provecho de una potencia tan elevada resultará complicado incluso para BYD, ya que solo piezas como Tang L y Han L desarrollador por BYD son capaces por ahora de hacer uso de carga rápida a 1 MW.
China busca erradicar el problema más “extendido” del coche eléctrico en Europa con esta propuesta
Para aplacar el problema de infraestructura para cargar coches eléctricos en Europa, BYD se dispone a desplegar por todo el continente una red de recarga ultrarrápida capaces de lograr los 1000 kW de potencia máxima (1 MW), que representa la restauración de alrededor de 470 km de autonomía en apenas 5 minutos. Una propuesta que llega en el momento preciso, ya que se estaba reavivando el debate sobre los productos “Made in China”.