Sabemos que el futuro es muy incierto, sobre todo cuando se trata de las grandes innovaciones de la industria automotriz, pero esta vez te tenemos una noticia muy extraña, ya que los coches eléctricos, que se han vuelto tan famosos, ahora tendrán tubos de escape, pero ¿por qué necesitarían un tubo de escape?
Los coches eléctricos: una sorpresa tras otra
Los coches eléctricos han llegado a nuestras vidas como una solución muy prometedora, ya que son bastante eficientes, tienen diseños muy atractivos y lo mejor es que como no usan combustibles no liberan gases contaminantes.
Sin embargo, la movilidad eléctrica está en constante evolución y a veces los elementos que menos esperábamos vuelven a integrarse pero con un propósito totalmente nuevo y eso es lo que está sucediendo con los tubos de escape.
El tubo de escape siempre ha sido un elemento distintivo de los coches de combustión interna, no solo por el sonido, sino por su mera presencia, pero ahora una empresa ha decidido reintegrarlos en un coche eléctrico, pero de una manera ecológica.
Los tubos de escape que no contaminan
La protagonista detrás de esta innovación es la empresa General Motors (GM), con su marca Cadillac, que ha decidido apostar por los coches eléctricos con tubos de escape, una idea que parece una locura, al igual que la moto que escupe agua.
Pero ¿Para que necesitarían un tubo de escape en un coche eléctrico? Pues curiosamente el tubo de escape en realidad es la solución para uno de los mayores miedos de quienes usa un coche eléctrico: que su batería se incendie.
Uno de los mayores peligros en un coche eléctrico que su batería se sobrecaliente causando un incendio, ya que estos incendios son mucho más difíciles de apagar que en un coche de combustión e incluso hay riesgos de que ocurra una explosión.
La propuesta de General Motors
En búsqueda de una solución a este problema General Motors propone un sistema de control de emergencia que utilizará válvulas y tapones controlados para evitar que los gases inflamables producidos por una celda que esté dañada o con fugas térmicas se extiendan y provoquen incendios en otras celdas.
El sistema lleva estos gases a través del tubo de escape hacia el exterior y los libera, entonces el humo que en realidad emerge por el tubo son gases inflamables y calor, a diferencia de un sistema eléctrico tradicional que solo retiene los gases.
La idea de este sistema es tener un mayor control del fuego dentro de la batería dañada, lo que podría facilitar enormemente el trabajo de los bomberos para contener y extinguir el incendio, sin embargo aún quedan algunos desafíos como evaluar la toxicidad de este humo que será liberado a la atmósfera.
El comienzo de una gran apuesta
A pesar de lo innovadora que es esta idea General Motors no es el único fabricante trabajando en soluciones similares, de hecho, la famosa marca Stellantis, también patentó un sistema muy parecido, pero con una diferencia clave.
El sistema de Stellantis tiene una especie de catalizador para evitar la expulsión de ciertas sustancias nocivas o peligrosas al exterior, por lo que podríamos decir que es más seguro para nuestro planeta, ya que abordan el desafío de la toxicidad.
Este último punto, nos demuestra que la propuesta de General Motors es excelente en lo que respecta a seguridad, sin embargo aún se puede mejorar para lograr un equilibrio entre la seguridad y el cuidado de nuestro planeta, tal como lo hace Stellantis.
Para muchos, añadir un tubo de escape parece ser un retroceso, pero en realidad representa un avance en términos de seguridad, que permite resolver uno de los mayores problemas de los coches eléctricos, pero por otro lado, también es muy importante que se sigan evaluando opciones para mejorar este sistema y que sea aun más sostenible, sobre todo ahora que ya sabemos la realidad del calentamiento global.