El mercado italiano de coches eléctricos de batería vivió en noviembre un subidón inesperado. En un solo mes, estos vehículos pasaron de ser algo minoritario a representar el 12,2% de las nuevas matriculaciones, gracias a una oleada de ayudas públicas y a coches ya listos en los concesionarios.
El resto del mercado, en cambio, sigue casi congelado. Las matriculaciones de turismos apenas cambiaron respecto a noviembre del año pasado y en el acumulado de 2025 incluso caen un poco. La duda es clara: ¿es un giro duradero o solo el efecto fugaz de los incentivos?
Un mercado plano con un rincón en ebullición
En noviembre se registraron en Italia 124.222 turismos nuevos, prácticamente la misma cifra que un año antes. El mercado no crece y muchos conductores retrasan la compra, a la espera de ofertas mejores o de aclararse con las nuevas tecnologías.
Dentro de ese mercado plano, los eléctricos puros son la excepción. Según la asociación de fabricantes extranjeros UNRAE, se matricularon 15.304 coches eléctricos de batería, lo que dio una cuota del 12,2%. Hace solo un mes rondaban el 5%.
Si sumamos los híbridos enchufables, los llamados vehículos “recargables” ya representan cerca del 19,4% del mercado. Estos híbridos combinan motor de combustión y eléctrico y se cargan con un enchufe en casa o en un punto de recarga. No son cero emisiones todo el tiempo, pero permiten recortar el gasto en gasolina.
Los incentivos que han encendido la chispa
Detrás del tirón eléctrico hay, sobre todo, dinero público. El Gobierno italiano lanzó más de 55.000 incentivos en forma de cupones para comprar coches eléctricos, de los que unos 47.000 ya estaban validados antes del 22 de noviembre.
Los concesionarios tenían muchos coches en stock y pudieron matricularlos rápido en cuanto los clientes dieron el visto bueno. En un mercado relativamente pequeño como el italiano, unos pocos miles de coches extra cambian mucho los porcentajes. UNRAE avisa de que el salto puede ser un pico puntual ligado a la avalancha de ayudas.
La asociación insiste en que la demanda total de coches sigue floja y que aún pesan restos de modelos antiguos y retrasos en lanzamientos. También reclama medidas estables a medio y largo plazo en impuestos y en la fiscalidad de los coches de empresa. Sin esa base, cuando se acaben los cupones el efecto puede esfumarse rápido.
¿Impulso pasajero o cambio de rumbo?
Aunque el 12,2% suena bien, Italia aún está por debajo de países europeos donde los eléctricos puros ya se mueven entre el 15% y el 25% de las ventas. En julio, la cuota italiana rondaba el 4,9%, mientras que Portugal y otros mercados similares iban bastante por delante.
El salto de noviembre demuestra que el interés existe cuando el precio baja gracias a las ayudas y la oferta es amplia. Muchas familias miran lo que pagarán cada mes y cuánto podrán ahorrar en combustible, sobre todo con la gasolina a precios altos. Pero no todo es cuestión de dinero: una mayor presencia de eléctricos exige más puntos de recarga, mejores redes y menos “miedo a quedarse tirado”.
Organismos como el Observatorio Europeo de Combustibles Alternativos y la Comisión Europea subrayan la importancia de alinear las ayudas con objetivos de cero emisiones y con las futuras normas de CO2 para coches y furgonetas. Los próximos meses dirán si Italia aprovecha esta ola para acercarse a los países líderes o si todo queda en una foto llamativa de un solo mes.
El comunicado principal ha sido publicado por UNRAE y el Observatorio Europeo de Combustibles Alternativos.


















